A medida que se acercan las elecciones, los fondos de inversión internacionales renuevan el interés en la dinámica de la Argentina. Hacía tiempo no sucedía, pero la próxima definición política acapara la atención de los financistas. En los últimos días llegaron al país distintos contingentes y otros lo harán de acá hasta las PASO, a mediados de agosto.
El principal interés de los inversores pasa por develar lo que denominan «el misterio Milei«. Ya a nadie le sorprende ver al precandidato opositor con chances verdaderas de llegar al balotaje. La cuestión, en este momento, es medir qué pasaría si efectivamente accede a esa posibilidad.
Y no sólo eso: los inversores se aseguran reuniones con distintos analistas políticos para sacar una radiografía de los votantes de Milei. Suponen que se trata de una respuesta clave para advertir a quiénes votarían en caso de que la segunda vuelta electoral se termine jugando entre Juntos por el Cambio y el peronismo.
Milei, por el momento, se niega a atender directamente a los financistas que viajan a Buenos Aires. Los organizadores de las visitas -varios bancos de Wall Street- suponen que el precandidato no quiere exponerse frente a ellos antes de las Primarias. Los inversores deben conformarse con reservar turnos con algunos economistas que acompañan al libertario.
Nuevo interés por la Argentina y el factor Milei
Bancos de relevancia en Nueva York, como Jefferies y el inglés Barclays, se anotaron en las visitas a Buenos Aires. Se trata de organizaciones que supieron poseer elevadas posiciones en el país, pero que en los últimos años bajaron sus intereses, en medio de la incertidumbre económica y el funcionamiento pleno del cepo.
Otros bancos que ya pasaron por la Argentina suelen preguntar por el futuro de la economía, en base a las explotaciones de Vaca Muerta y el litio. «Los inversores buscan excusas para comprar activos financieros pero el propio país termina por sacarles el entusiasmo», confiesa a iProfesional uno de los referentes que ya pasó por varias oficinas y despachos en Buenos Aires pero se despidió sin demasiado ánimo.
«Hay muchos frentes abiertos todavía», concluye, en la comunicación desde Nueva York.
El fundamento es obvio: la política se encuentra en plena dinámica interna, donde los propios frentes electorales están definiendo, primero su composición, y luego los candidatos.
Esa realidad choca contra los intereses puntuales de los visitantes, que utilizan su tiempo para sentarse a escuchar a los referentes económicos de los principales espacios, sobre todo de la oposición.
Luciano Laspina, referenciado en Patricia Bullrich, y Hernán Lacunza, por parte de Horacio Rodríguez Larreta, son los principales receptores de pedidos de parte de los operadores de Wall Street.
La situación es bien distinta con respecto al peronismo. Ninguno de los interlocutores que los inversores quisieran escuchar ofrecen entrevistas: ni Sergio Massa ni, mucho menos, Cristina Fernández de Kirchner.
Massa solía ser un buen anfitrión en esas reuniones, pero desde que asumió en el Palacio de Hacienda fue espaciando esos encuentros. Hace tiempo que no los lleva a cabo, ni siquiera formalmente cuando viaja al exterior.
La incertidumbre sobre el peronismo
En las últimas visitas, Daniel Scioli fue también centro del interés de los inversores. Seguramente lo será de acá en adelante, ahora que se largó como precandidato y ya avisó que no se bajará de esa contienda. Se prepara para disputar las PASO.
Se desconoce aún contra quiénes, más allá de la precandidatura de Agustín Rossi, sin demasiadas chances de ser competitivo rumbo a la presidencial.
La nebulosa en el oficialismo juega en contra de las pretensiones de los inversores, que no saben cuáles son las puertas a golpear para recibir buena información. Ya sea sobre las cuestiones en curso como en relación a lo que viene.
«¿Habrá un bloque peronista no kirchnerista que se alinee detrás de Scioli y pueda ganarle a Massa o a Wado de Pedro?», es uno de los interrogantes en uno de los fondos que en las próximas semanas aterrizará en Ezeiza.
La perspectiva es que si, efectivamente, Scioli lograra un triunfo en las PASO, esa novedad modificaría todo el escenario político. Una perspectiva «amigable» para los mercados, para el caso de que el peronismo triunfe.
No sólo amigable por la figura de Scioli sino porque si el ex gobernador fuera competitivo, podría serlo gracias al respaldo de varios gobernadores, intendentes y hasta por una porción del «círculo rojo».
Inversores: desfile en invierno y también en primavera
La mayoría de los fondos de inversión llegará a la Argentina durante el mes de julio, en la previa de las PASO.
Una segunda tanda, incluso con algunos que visiten el país esta vuelta, se verá ya después de las Primarias, durante septiembre, un mes antes de las elecciones generales.
Hasta entonces no sólo se conocerá al detalle el escenario político sino que habrá un poco más de certezas sobre el clima económico. Seguramente, y tal como sucedió en 2019, los resultados de agosto tendrán impacto en los mercados y el dólar. Para bien o para mal.