Por qué los bonos seguirán siendo una muy buena alternativa de inversión

Los bopreales llegaron como mana del cielo. Se colocaron u$s1.709 millones, lo que permitió absorber pesos por el equivalente a 1,78 billones de pesos, esto debería calmar las expectativas de inflación y la cotización de los dólares alternativos.

La cosecha viene a buen ritmo, ya se ha levantado el 47,8% de la superficie de soja, lo que implicaría que 25 millones de toneladas estarían disponibles para salir a la venta. En el caso del maíz, la cosecha avanzó hasta el 23,4% del área sembrada, lo que implicaría que 20 millones de toneladas estarían para la venta. En la medida que se vayan efectivizando estos negocios, el 80% de los dólares se liquidará en el mercado mayorista y un 20% en el mercado del dólar Contado Con Liquidación (CCL), esto genera una oferta que terminará poniéndole un techo a los dólares alternativos.

Tanto por el lado de la absorción de pesos, como la oferta de dólares en el mercado formal y el CCL, no parece que el dólar sea alternativa de inversión de cara al mes de mayo y junio, que es cuando se desarrolla buena parte de la cosecha.

Las ventas de granos vienen lentas, pero la mejora en el pronóstico climático haría que en las próximas semanas llegue mucha mercadería a los puertos. Antes de que termine el mes de mayo volveremos a ver las reservas por encima de los u$s30.000 millones.

El dólar deja de ser atractivo: ¿en qué invertir?

La inflación de la primera semana de mayo se habría ubicado en el 1,6%, esto implica que tendremos un escenario de inflación de un digito en el quinto mes del año, y si el Estado sigue mostrando superávit fiscal, esta tasa de inflación puede sostenerse en torno de un digito por bastante tiempo.

Con una inflación en un digito, superávit fiscal, y una suba de reservas ya no alcanza para que los bonos sigan escalando a la suba, ahora es necesario que el Congreso comience a aprobar leyes que permitan transformaciones estructurales en la economía. Es indispensable que leyes como el Régimen Impositivo para Grandes Inversiones, Reforma de Ganancias y Blanqueo salgan de inmediato para poder dinamizar la inversión.

El dólar se plancha entre los $1.000 y $1.100

El dólar se plancha entre los $1.000 y $1.100, mientras los bonos soberanos se asoman como buena alternativa de inversión.

 

En este contexto, los bonos soberanos como el AL30 cotizan en torno de u$s58 y una tasa de interna de retorno del 21% anual, para poder proyectar una mejora en la actividad económica en el segundo semestre necesitamos que este bono trepe a la zona de u$s74 para el 30 de junio del año 2024 y de esta forma lograr una tasa interna de retorno del 12,1% anual. De esta forma lograríamos una baja del riesgo país por debajo de los 1.000 puntos, un lugar óptimo para salir a buscar financiamiento al exterior.

Los bonos soberanos de más largo plazo deberían estar mostrando tasas de un digito. Por ejemplo, el bono AE38 que hoy cotiza a u$s51,0 y tiene una tasa interna de retorno del 17,7% anual, debería ubicarse para el 30 de junio en u$s78 para lograr una tasa interna de retorno del 9,6% anual.

Estos dos ejemplos nos muestran que, en un escenario positivo para el Gobierno, tienen más para subir los bonos largos que los bonos más cortos.

En las últimas jornadas hemos visto cómo el mercado castigó injustamente al bono AE38, ya que el Gobierno lo propuso como forma de pago para una deuda con empresas energéticas. La emisión de AE38 haciende a u$s18.636 millones, con pocos bonos en el mercado, y un gran stock en las Agencias del Estado, con lo cual el pago a energéticas con este bono no debería cambiar el flujo de oferta de este título en forma significativa.

Mientras la devaluación del peso sea del 2,2% mensual, y la inflación se ubique por encima de dicho nivel, los bonos en pesos ajustados por inflación seguirán siendo una muy buena alternativa de inversión.

Durante la semana pasada, pagó amortización y renta el TX28. Esto puso en marcha la calesita de los bonos en pesos que ajustan por inflación, el arbitraje natural del TX28 es al DICP que el 30 de junio paga amortización y renta, 5% de amortización y 2,915% de renta.

Una vez que se efectivice dicho pago, la calesita seguirá funcionando, habrá que vender el DICP y comprar el TX26 que en noviembre paga amortización y renta, en este caso un 20% de amortización y 1% de renta. La calesita también existe con los bonos, y es una forma de lograr más flujo en un momento en que el efectivo manda.

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Si el contexto económico sigue la misma tendencia, habrá que poner la lupa en las acciones en el segundo semestre de 2024.

 

El DICP con vencimiento en el año 2023 ya está mostrando un rendimiento positivo, inflación más 3,4% anual, una buena opción para un mercado financiero, en donde más temprano que tarde las tasas positivas van a aparecer en el mercado.

Conclusión: bonos y acciones, con buen potencial

El dólar deja de ser alternativa de inversión en el primer semestre, la absorción de pesos de los Bopreales, más la oferta del 20% de dólares de la exportación le ponen un techo en la zona de los $1.100.

Los bonos en dólares largos tiene más potencial de suba que los bonos cortos, si Argentina logra bajar el riesgo país.

Se puso en marcha la calesita de los bonos ajustados por inflación, con rendimientos más que positivos para el DICP.

El próximo paso será poner la lupa en el mercado accionario, menos riesgo país podría abrir la posibilidad de fuertes inversiones en acciones, pero eso seguramente ocurrirá en el segundo semestre.

 

Fuente: iprofesional.com

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