El gobierno argentino se comprometió con el Fondo a lograr una meta de déficit del 2,5% del PBI. Analistas evalúan si es posible de lograr.
Las cuentas públicas registraron en octubre un déficit fiscal primario -antes del pago de los intereses de la deuda- de $129.122,1 millones sin considerar los ingresos provenientes de las rentas de la propiedad vinculadas a las emisiones primarias de títulos públicos. Así, el rojo fiscal acumula en los primeros diez meses del año $1.225.174,3 millones (más de $1,2 billones), lo que representa aproximadamente un 1,5% del PBI.
Dado que la meta de déficit primario recalibrada con el FMI en la última revisión hecha en septiembre es de un tope para el año de $2,015 billones, consistente con un 2,5% del PBI, el desequilibrio fiscal en el último bimestre del año no puede excederse de $790.526 millones para poder cumplir la pauta con el organismo internacional.
El ministro de Economía, Sergio Massa, aseguró la semana pasada: «Vamos a cumplir con las metas del programa tanto en materia de déficit como de acumulación de reservas».
«Entendemos que más allá de la opinión política que cada uno de nosotros puede tener respecto de cómo se tomó el crédito y de cuál fue el resultado de ese endeudamiento, los compromisos que toma un país no son de una fuerza políticas, son de un Estado que es una continuidad y quienes tenemos la responsabilidad de administrar tenemos la obligación de hacer respetar y cumplir la palabra que empeña nuestro país en cada uno de los foros internacionales», aseveró Massa en un encuentro organizado por el Consejo Interamericano de Comercio y Producción.
Los economistas advierten que el último bimestre del año «suele ser el más desafiante en materia fiscal». por los gastos típicos como pago de aguinaldos. y creen que cumplir la meta anual es «difícil pero no imposible«.
Déficit fiscal: ¿cómo fue la dinámica de los ingresos y del gasto?
Un informe de LCG detalló que las cuentas fiscales volvieron a mostrar una mejora en octubre, «con ingresos creciendo casi 30 puntos porcentuales por encima del gasto primario (94% versus 63% anual)».
A su vez, la consultora ACM indicó que los ingresos totales evidenciaron en octubre un crecimiento en términos reales de 3,5% interanual, que atribuyó a una mayor recaudación de retenciones por exportaciones por el impacto de un rezago del dólar soja (aproximadamente u$s70.000 millones) y por un anticipo extraordinario del impuesto a las Ganancias.
En ese sentido, en el ministerio de Economía precisaron que «las declaraciones juradas de exportación del complejo sojero que se realizaron el 30 de septiembre» bajo el esquema del dólar soja «impactaron en las cuentas fiscales de octubre» debido al registro demorado de esas últimas operaciones.
Por su parte, el gasto primario registró en octubre una caída en términos reales de 13% interanual. En ACM remarcaron que es «el cuarto mes consecutivo» de reducción del gasto «y es la mayor en lo que va del año».
Défícit fiscal: ¿se profundizó el ajuste?
El economista Martín Polo alegó que esa bajón del 13% del gasto «es un poquito mentiroso porque teníamos en octubre del año pasado el efecto pleno del ‘plan platita’ en el cual el gasto subió mucho con lo cual era más fácil bajarlo».
No obstante, Polo subrayó que «si analizamos la tendencia de los últimos cuatro meses, vemos que el gasto aflojó su marcha pero también que el Gobierno lo combinó con mayor presión tributaria por eso los ingresos mejoraron». Y acotó que «las cuentas públicas han mejorado pero no lo suficiente como para estar tranquilos, y por eso son realistas las dudas en cuanto a la dinámica del programa financiero» en un escenario de estrés de la deuda en pesos, «donde el mercado ya no está tan propenso a prestarle al Tesoro».
En sintonía, los analistas de Ecolatina señalaron que «la magnitud del recorte real en su comparación interanual se debe, principalmente, a una elevada base de comparación en octubre del 2021, cuando impactaron los mayores gastos de capital y los refuerzos de ingresos en la cercanía a las elecciones legislativas.
A su vez, el economista Carlos Melconian, en una charla virtual organizada por MegaQM Fondos Comunes de Inversión, planteó que «estamos en una discusión mediática de si Massa ajusta y Guzmán no ajustaba, y lo único que ha ocurrido es que Massa sigue aumentando nominalmente el gasto público, pero como lo que aumentó es la inflación, se le licúa». Y enfatizó: «El gasto público medio en término real parece un ajuste, pero a costa de haber llevado la inflación de 50% a 100%».
Déficit fiscal: ¿dónde se concentró el recorte del gasto?
El informe de Ecolatina resaltó que «el ajuste del gasto corriente se explica en un 90% por la dinámica de las Prestaciones Sociales, los Subsidios Económicos y el gasto en bienes y servicios».
Al respecto, detalló que «las prestaciones mostraron una reducción del 9% interanual en términos reales y representaron un tercio del ajuste en el gasto, y dicha dinámica se explica en el retraso del ajuste de la fórmula de movilidad jubilatoria (ajuste trimestral que toma como referencia el trimestre anterior) y en que los refuerzos a los ingresos no fueron suficientes para compensar la aceleración de la inflación en los últimos meses».
En ese sentido, Eugenio Marí, economista jefe de la Fundación Libertad y Progreso, sostuvo que «la mayor parte del ajuste se explica por jubilaciones y asignaciones familiares, que están atadas a la fórmula jubilatoria vigente desde 2021, y que ajusta en parte por inflación y en parte por salarios; con estos últimos corriendo por debajo de la inflación, la fórmula contribuye a que este rubro del gasto caiga en términos reales».
Por su parte, los subsidios se redujeron 21% interanual en términos reales e implicaron cerca de un cuarto del ajuste en el gasto, lo que refleja la quita de la subvención a las tarifas de electricidad, gas, y agua.
En cuanto a los gastos de funcionamiento, subrayó que «los salarios mostraron una reducción real (-2% interanual) por primera vez en 15 meses».
Déficit Fiscal: ¿se podrá cumplir la meta anual?
Los analistas dicen que será «desafiante» cumplir la meta deficitaria de 2,5% del PBI y estiman que puede haber un desvío de entre 0,15 y 0,3 puntos. Además, algunos especulan que en diciembre puede haber una reedición del dólar soja que ayude, y otros prevén que se logrará cumplir vía un incremento de la deuda flotante.
Los analistas de Delphos Investment evaluaron que «el Gobierno se encuentra encaminado para cumplir la meta», aunque advirtieron que «la alta estacionalidad del gasto plantean grandes desafíos: los bonos de fin de año más la movilidad jubilatoria, los aguinaldos y el aumento de los planes sociales ajustados por el salario mínimo empujan el gasto social y salarial en diciembre».
En este sentido, aseguran que «una reedición del dólar soja le daría mayor seguridad al gobierno en el cumplimiento de la meta fiscal».
Isaías Marini, economista de EconViews evaluó que «el resultado fiscal de octubre no fue bueno, el déficit acumulado se estiró hasta 1,5% aún con ayuda del remanente del dólar soja, con lo cual el margen para cumplir es de 1% del PBI y las necesidades financieras sólo de diciembre están cerca de esa cifra».
«De todas formas, creemos que es cumplible o se estará muy cerca si se recurre a técnicas que ya hemos visto, como incrementar la deuda flotante -que a pesar de ser una de las metas, el FMI la mira de manera muy laxa y en el segundo trimestre no se cumplió- o que CAMMESA acumule deuda que no se registra en las finanzas del sector público».
Marini explicó la deuda flotante «es la diferencia entre los gastos que fueron devengados y los que realmente fueron pagos; esto incluye deuda con proveedores, y el gobierno utiliza generalmente esta herramienta para patear pagos al siguiente año fiscal y mejorar los números fiscales que se miden en base caja».
De igual mirada, Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, comentó que «prevemos un déficit en los últimos dos meses de casi $900.000 millones con lo cual están demasiado justo para cumplir la meta»
«Están justos, pero tienen herramientas que pueden sacar de la galera para cumplir. Suponiendo que hacen un dólar soja podrían llegar a recaudar algo más en diciembre y lograr la meta», especuló.
Menescaldi opinó que «en el peor de los casos va incumplir la meta de deuda flotante pero no la fiscal».
Para Tobías Pejkovich, «la meta anual de 2,5% del PBI se volvió alcanzable tras los datos fiscales de octubre; esperamos que el equipo económico continúe reduciendo el gasto en términos reales de la mano de una elevada inflación, y minimizar las necesidades de financiamiento con el objetivo de no incumplir la meta monetaria ante un mercado de deuda en pesos que sigue estresado».
Agustín Berasategui, economista de ACM, coincidió en que «es factible que se logre cumplir la meta, aunque se requeriría de un esfuerzo fiscal adicional», y proyectó que el déficit «estará en torno al 2,65% lo cual implicaría un leve desvío de 0,15%».
Déficit fiscal: ¿el FMI perdonaría un desvío?
El economista Federico Glustein proyectó «un desvío en la meta de 0,2%, es probable que con los bonos otorgados y las paritarias, el déficit quede entre 2,7% y 2,8%» pero consideró que «el FMI está siendo laxo con las metas, en ese aspecto valoran un esfuerzo hecho».
De igual diagnóstico, la economista Natalia Motyl juzgó que cumplir la meta anual «es difícil pero no imposible»
«En el último trimestre del año las presiones fiscales son mayores por la necesidad de pagar bonos, aguinaldo, sueldos a empleados públicos. Veo un leve desvío de 0,3 puntos en el peor de los escenarios. No creo que sea un problema porque el acuerdo no contemplaba el shock energético de este año que presionó sobre las cuentas fiscales, así que no veo que eso signifique un problema con el FMI», fundamentó.
Por su parte, Lorenzo Sigaut Gravina, economista de Equilibra opino que «llegar al 2,5% va a ser difícil y la duda es que, dado que hubo algo de contabilidad creativa, si el FMI la va a aceptar o no»
«El dólar soja fue claramente un subsidio a los exportadores sojeros, se les reconoció un tipo de cambio especial a $200, la diferencia la cubría el Tesoro, pero lo cubrió con unos bonos, letras intransferibles del BCRA, etc., a la hora de contabilizar ese subsidio en las cuentas públicas no aparece, estamos hablando de casi 0,3 puntos de subsidio en septiembre, y que no apareció en el gasto primario. La duda es si el FMI avalará esa contabilidad creativa, si lo hace hay chance de llegar a 2,5%, sino probablemente sea muy difícil», argumentó.
Fuente: iprofesional.com