• Se espera un alza de entre tres cuartos y 1 punto en las dos próximas citas
  • El euro, la dimisión de Draghi, y la incertidumbre energética presionan al BCE
  • La nueva herramienta tendrá tamaño ilimitado y esterilizará las compras

Aunque rara vez el Banco Central Europeo (BCE) deja ver sus intenciones con tanta claridad, en junio telegrafió la que será la primera subida de tipos de interés en Europa en once años. Se producirá este jueves, 21 de julio y, salvo que haya una sorpresa, que algunos analistas no descartan, la previsión es que sea de 25 puntos básicos en los tres tipos de interés clave (el principal de refinanciación, el marginal de crédito y la tasa de depósito), a pesar de que algunos halcones dentro de la institución han llegado a defender públicamente que debería ser mayor a un cuarto de punto.

Tras esta subida, se espera que el BCE vuelva a incrementarlos, como mínimo, y ese matiz es importante, en otros 50 puntos básicos en septiembre.

La presión para la institución es alta. Por un lado, la inflación alcanzó un nuevo máximo histórico en junio, en el 8,6%, lo que viene a superar en más de cuatro veces su objetivo, del 2%. Y por otro está la debilidad del euro, que también contribuye a elevar la inflación en Europa, y esta semana ha llegado a la paridad con el dólar por primera vez en 20 años. Sin olvidar, tampoco, el aumento de la incertidumbre sobre el suministro de energía de Rusia y la propia dimisión de Mario Draghi, primer ministro de Italia, que el jueves desencadenó un incremento en las primas de riesgo.