También ayudó una recuperación de Wall Street en el arranque de la semana. Algunos papeles locales terminaron con subas superiores a 4% en Wall Street mientras que otros ya superan el 50% en dólares desde fines de julio.
Cuando todo parecía indicar que los activos argentinos estaban a punto de perder el envión del último mes y medio, el arranque de semana arrojó subas significativas especialmente por el lado de las acciones. El anuncio realizado a primera hora de la mañana por el FMI, aprobando la revisión del segundo trimestre del programa en marcha con la Argentina, fue clave para un inicio positivo. Algunos papeles locales terminaron con subas superiores a 4% en Wall Street y mientras que otros ya superan cómodamente el 50% en dólares desde fines de julio, cuando Sergio Massa llegó al ministerio de Economía.
Sin embargo, está todo muy condicionado por la próxima decisión de la Reserva Federal. Esta semana, la entidad definirá una agresiva suba de tasas de interés para combatir la inflación en Estados Unidos. Aunque está descontado que será de por lo menos 0,75 puntos porcentuales, no se descarta totalmente que incluso pueda decidirse por un punto entero, lo que representaría una medida histórica. Los inversores se mueven al compás de esta inminente decisión.
Las acciones argentinas fueron las que más se beneficiaron ayer del flujo de inversiones que buscó alternativas de mayor riesgo. Hubo subas generalizadas y volvieron a sobresalir las bancarias, regresando a sus picos de cotización anual. Un caso emblemático es del Banco Macro: tras haber tocado un piso de USD 11 a fines de julio, ayer consiguió superar los USD 17, una mejora de nada menos que 55% en menos de dos meses. Mejor todavía le fue a YPF, que más que duplicó su valor en el mismo período y ayer trepó otro 3,4%.
El “efecto Massa” que le dio impulso sobre todo a las acciones ni bien se conoció la noticia de su llegada a Economía se prolongó bastante más de lo que se pronosticaba. La confirmación por parte del FMI del cumplimiento de las metas de la segunda revisión y el próximo desembolso de USD 3.900 millones fue relevante hoy para que se produzca este impulso adicional.
Entre el “dólar soja” y este ingreso de divisas del Fondo (aunque solo quedarían netos unos USD 780 millones), el Banco Central acumulará más de USD 3.000 millones de reservas en poco más de un mes y está más cerca de cumplir con la exigencia del acuerdo. Este mayor “colchón” de divisas aleja por otra parte la posibilidad de una crisis cambiaria en el corto plazo, algo que también es celebrado por los mercados.
Los bonos, en cambio, operaron sin grandes cambios. En este caso siguen pesando las “posiciones técnicas”, o sea grandes fondos que ya tienen títulos argentinos en sus carteras y no piensan en seguir acumulando. Aunque luego de la mejora del último mes siguen debajo de los USD 25 de paridad, un valor considerado aún extremadamente bajo, las cotizaciones no presentan mayor reacción.
Los inversores descuentan que luego de las elecciones presidenciales habrá una nueva reestructuración de deuda. Sin embargo, eso podría ser un escenario positivo para los bonos, porque se estima que la negociación no será tan agresiva como la realizada en su momento por Martín Guzmán. El riesgo país sigue apenas por debajo de los 2.400 puntos básicos, pero ya hace un par de semanas que le cuesta perforar ese nivel.
La cotización del dólar se mantiene con una leve tendencia al alza, en especial el “contado con liquidación” que sigue por encima de los $ 300. Sin embargo, el tipo de cambio libre cerró a $ 279, es decir lejos de los otros dólares financieros.
El BCRA ayer dispuso que quienes vendieron a través de “dólar soja”, es decir a un tipo de cambio de $ 200, no podrán acceder ni a la compra de dólares oficiales. Tampoco adquirir divisas a través de operaciones de compra venta de títulos, por ejemplo dólar Bolsa o “contado con liquidación”. De esta forma, busca reducir la demanda alcista en este mercado, pero con riesgo de un aumentar la presión sobre el dólar libre.
La reciente suba de tasas, que llevó el piso de los plazos fijos a 30 días al 75% anual, tuvo como principal objetivo disminuir la presión sobre la divisa. Todo indica que al menos de corto plazo lo estarían logrando, aprovechando un regreso del “carry trade”, o sea inversores que aprovechan para ganar en moneda local mientras la divisa se mantiene relativamente planchada.
Estudios técnicos que estiman la relación entre cantidad de dinero y el tipo de cambio marcaría que los dólares financieros estarían levemente atrasados. Es el caso de un informe de Portfolio Personal Inversiones que a partir de ese cálculo concluyó que el valor “justo” estaría cerca de los $ 325.
La reciente licitación que realizó el Tesoro también dejó en claro que este nivel de tasas es lo suficientemente atractivo aunque no le gane a la inflación. Consiguió financiamiento fresco por más de 120.000 millones de pesos y así ayudó a despejar el horizonte de vencimientos por lo menos hasta fin de año.
Fuente: infobae.com