Ante una inflación que en septiembre se ubicó entre 6,7% y 7%, según las estimaciones de consultoras privadas, y un ritmo de ajuste del dólar oficial que se aceleró en los primeros días de octubre, la expectativa del mercado es que el Banco Central pueda llegar a subir nuevamente la tasa de política monetaria y la tasa de interés que impacta en el rendimiento de los plazos fijos.
Los analistas no descartan que la entidad monetaria comunique esa decisión luego de que se conozca la cifra oficial de inflación de septiembre, que el INDEC difundirá el próximo 14 de octubre.
De todos modos, la mayoría de los especialistas espera un aumento de tasas de menor magnitud que el de las dos veces anteriores cuando ajustó fuerte el rendimiento de los plazos fijos minoristas ante los malos datos de inflación de julio de 7,4% y de agosto de 7%.
Así, el BCRA había aumentado el 11 de agosto la tasa del plazo fijo tradicional -a 30 días por hasta $10 millones- en 8,5 puntos porcentuales al 69,5% anual, y el 15 de septiembre la elevó 5,5 puntos, con lo cual ahora la Tasa Nominal Anual (TNA) es del 75%, lo que equivale a una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 107%.
En esa oportunidad, incrementó también la tasa de política monetaria, con lo cual el rendimiento de las Letras de Liquidez (Leliq) de 69,5% al 75%. Para el resto de los depósitos a plazo fijo del sector privado, la tasa mínima garantizada se estableció en 66,5%
Tasas de interés: por qué el mercado espera una suba
Pese al aumento significativo, el rendimiento mensual del plazo fijo (6,2%) sigue corriendo atrás del ritmo que muestra la inflación en un mes.
El economista Federico Glustein prevé que el BCRA suba este mes las tasas de interés porque «la aceleración inflacionaria se acrecentó en septiembre y octubre no da tregua, sumado a que, acabado el dólar soja, hay sectores que inminentemente buscan dolarizarse y la autoridad monetaria debe ofrecer una alternativa atractiva» para ahorrar en pesos.
«Hoy día, no hay otra que una tasa alta, sobre todo con la cantidad de cepos existentes y los instrumentos atados al CER», acotó el economista. Además, considera que un aumento de tasa «podrá ayudar a evitar movimientos bruscos en los mercados cambiarios».
En sintonía, María Castiglioni, directora de C&T opinó que «parece difícil que no la vuelva a subir ante la expectativa de que la inflación siga alta en el último trimestre del año». Y argumentó: «Hoy, la tasa de interés está por abajo de la inflación y eso es complicado, por un lado está explicitado en el acuerdo con el FMI que las tasas tengan que tender a ser positivas, y sobre todo porque eso ayuda a contener los pesos dando vuelta».
A su vez, Emiliano Anselmi, líder del equipo macroeconómico de PPI señaló que «la aceleración del crawling peg en los primeros días de octubre (TNA promedio de 80,5%) podría ser un anticipo de que están por subir la tasa en pesos para evitar que los agentes stockeen bienes transables, exportadores demorando liquidación e importadores adelanten importaciones, y que se ‘seque’ de divisas el MULC (Mercado Único y Libre de Cambios)».
«En los meses previos, la aceleración del crawling ha funcionado como predictor de subas de tasa que se dieron a la semana siguiente», destacó.
De igual mirada, Tobias Pejkovich, economista de Facimex Valores, cree que «las sucesivas subas de tasas siempre estuvieron orientadas a acelerar la tasa de devaluación sin generar un impacto negativo sobre las reservas», y resaltó que «de hecho, el BCRA arrancó octubre devaluando a un ritmo del 6,6% mensual».
Tasas: ¿cuánto estiman que suban?
La mayoría de los analistas consultados espera un alza de tasas menos agresiva que las dos últimas veces, dado que un fuerte incremento complicaría mucho el stock de deuda remunerada del BCRA, que en septiembre se acrecentó por la emisión del dólar soja y ya supera los $8,5 billones.
Sebastián Menescaldi, director de Eco G, estimó que el BCRA subirá la tasa «entre 200 y 300 puntos. Parte de eso ya lo está mostrando con el tipo de cambio, que en los primeros días de octubre ya lo aceleró al 7% el promedio semanal».
«Puede subirla algo para estar más cerca del 7% que están devaluando, pero no mucho más porque genera otro problema que es la deuda interna, el tema de los pasivos remunerados. Por eso es que hoy no puede colocar una tasa real muy positiva», fundamentó.
El economista afirmó que «poner la tasa positiva sin un plan, sin hacer las cosas que tiene que hacer como ordenar precios relativos, etc., terminaría generando mayores problemas que soluciones«.
Asimismo, Pablo Repetto, jefe de Research de Aurum Valores piensa que «puede haber una suba pero mucho menor que las anteriores, un ajuste entre 200 y 300 puntos, porque la inflación va a seguir siendo alta y van a tratar de ver si pueden lograr algo de moderación con un leve retoque». Y remarcó: «No se espera una suba muy agresiva porque empieza a ser muy complicado para el Tesoro, que cada vez tiene que pagar tasas más altas para inducir a bancos a que se trasladen de Leliqs a deuda del Tesoro, a Ledes y Lecers».
También prevé que ante la escasez de divisas «la tasa de devaluación van a tener que acelerarla un poco más y por eso pensamos que le darán un toque a la tasa de interés en pesos».
En ese sentido, Repetto juzgó que en el Gobierno «están usando la tasa más como un instrumento que obligue a los que atesoraron dólares a venderlos más que para remunerar el ahorro del que se quiera quedar en pesos». Y razonó: «El jueguito es el siguiente: te tiene que costar más caro endeudarte en pesos que vender los dólares: si a vos te cuesta el préstamo en pesos más caro que la tasa de devaluación, te conviene vender los dólares».
Tasa versus inflación y dólar
Juan Pablo Albornoz, economista de Invecq, también percibe que «probablemente, el BCRA convalide una nueva suba de tasas no tan agresiva como las anteriores apostando a una menor inflación mensual para los próximos meses que la deje en terreno positivo en términos reales, a pesar de que en el inmediato plazo seguirá siendo negativa».
«Si nos guiamos por la suba de tasas implícita, la curva de tasas forward de las Ledes del Tesoro, el mercado espera que a principios de noviembre la letra más corta de la curva rinda una TIR de alrededoir del 113%», indicó. El economista calculó que «si se convalidase esta expectativa en la colocación de deuda del Tesoro en las próximas licitaciones, esto le daría margen al BCRA para convalidar una nueva suba de tasas del orden de 200 a 300 puntos básicos«.
No obstante, Albornoz aclaró que la suba que defina dependerá «de cómo dé el dato de inflación de septiembre que conoceremos en unos días» y de las nuevas proyecciones del REM para los próximos meses. «Si el dato de IPC viene peor de lo esperado nuevamente, seguramente el BCRA dé una señal más agresiva», especuló.
Por su parte, Anselmi planteó que «si pensamos que la inflación esperada para octubre sube a 6,5%, cabría esperar que suban la tasa para que quede en terreno neutro. Eso equivaldría a una suba de la Leliq de entre 350 y 450 puntos básicos, que la llevaría de 75% TNA (TEA 107,4%) a 78,5/79% TNA (TEA 114,3/115,3%)».
En sintonía, Tobías Pejkovich, economista de Facimex Valores, estimó que el BCRA subirá la tasa de interés en octubre en 400-500 puntos básicos, en lo que sería «el último aumento del año». Alegó que así, «la tasa de política monetaria pasaría a ser del 79-80%, lo que equivale al 115% en términos de tasa efectiva anual (renovando los intereses y capital todos los meses) cifra que supera a las expectativas de inflación para los próximos 12 meses».
«Si efectivamente la autoridad monetaria sube tasas en 400-500pbs, tendríamos una tasa efectiva mensual de 6,5-6,6%, y empezaríamos a ver, por primera vez en bastante tiempo, una mayor alineación entre las tasas de interés, la tasa de devaluación y la inflación«.
En cambio, Alejandro Giacoia, economista de EconViews comentó que «en nuestro escenario base creemos que no va a haber más subas en lo que resta del año, ya con la última suba de 5,5 puntos la tasa quedó en 75% anual que es 107,3% de tasa efectiva (renovando los intereses y capital todos los meses) y ese valor en términos reales es neutral o sea que más o menos le empata a la inflación».
«Si yo tomo nuestra estimación de inflación para los próximos tres meses y la anualizo me da 106,6% entonces la tasa está en línea, por eso pensamos que no va a haber más subas este año», justificó. No obstante, sostuvo que «si la comparamos con la inflación esperada de los próximos 12 meses, por ahí si se necesita una suba, pero podría ser en los primeros meses del año próximo».
Tasas: suba de hasta 600 puntos
Por su parte, Glustein pronosticó que ante la aceleración inflacionaria «van a subir la tasa entre 500 y 600 puntos básicos».
La economista Natalia Motyl también proyectó que en base «a las declaraciones de Gabriel Rubinstein, creo que van a volver subir la tasas en 600 puntos, hasta que la tasa de interés nominal dé un rendimiento del 7% mensual«.
Según su análisis «más allá de que tiene un impacto negativo sobre actividad, ya que encarece el crédito del sector privado y desincentiva el consumo, quedó en claro que quieren posicionar la tasa por encima de la inflación».
«Hoy hay un fuerte impacto negativo en las expectativas ante una necesaria devaluación, así que van a intentar calmar las aguas en la última parte del año con una política monetaria contractiva. Inclusive, no descarto suba de encajes», concluyó.
Fuente: iprofesional.com