Dólares más, dólares menos, Sergio Massa intentará conseguir por lo menos 15.000 millones de dólares para sumar a las reservas del Banco Central. La consigna es que ingresen antes de que termine el verano, con la urgencia de que esas divisas lleguen lo antes posible, lógicamente.
La prioridad del ministro de Economía es dar todas las señales posibles de que no habrá una devaluación abrupta. Y que, con dólares en el Banco Central, podrá mejorar las expectativas de los agentes económicos.
En esa tarea está: el propio Massa encabeza las reuniones con los empresarios. Ya sea cuando comparte un asado en la casa de Eduardo Eurnekian o cuando se monitorea el cumplimiento de «Precios Justos».
El titular del Palacio de Hacienda acompaña el lanzamiento de medidas concretas -algunas relevantes, como los acuerdos con las cerealeras por el «dólar soja»- y también la «bajada de línea» a los ejecutivos, que plantean sus dudas sobre el futuro inmediato.
Un funcionario del gabinete económico dice, en diálogo con iProfesional: «Todos estamos trabajando con la prioridad de conseguir dólares. Es lo que nos guía. No sólo por el tema del dólar: en simultáneo se trabaja para cumplir con el objetivo de una inflación mensual entre 3% y 4% para el segundo trimestre del 2023″. Y completa: «Es la única manera de ser competitivos en las urnas».
La búsqueda se da en simultáneo con el otro gran desafío que tiene el Gobierno en las próximas horas: un nuevo megavencimiento de deuda en pesos, por $400.000 millones, que deberá despejar para evitar una dolarización masiva de los inversores, que termine presionando sobre el tipo de cambio.
Dólares para las reservas: de dónde podrían salir
Desde Economía no lo confirman oficialmente, pero funcionarios de confianza del ministro aseguran que hay negociaciones iniciadas con Lula para que Brasil le preste a la Argentina al menos u$s5.000 millones de DEGs que recibió el año pasado de parte del FMI.
Se trata de la operación de capitalización del Fondo Monetario, por la cual la Argentina percibió u$s4.300 millones en agosto de 2021. El Gobierno utilizó ese dinero para pagar un vencimiento con el organismo, ya que todavía no se había alcanzado un acuerdo.
Por aquella capitalización del organismo -por un total de u$s650.000 millones- a Brasil le tocaron u$s8.500 millones. A diferencia de la Argentina, el país vecino no utilizó el dinero y se mantiene en el Banco Central de Brasil. Massa pretende conseguir una porción de ese aporte. La negociación debería cerrarse durante las primeras semanas de 2023, ya con Lula en el poder.
Por otra parte, el Gobierno intentará activar en las próximas semanas un nuevo segmento del swap con China.
A mediados de noviembre, durante la cumbre presidencial que tuvo con Xi Jinping, Alberto Fernández acordó ampliar el swap en u$s5.000 millones para poder utilizar en el comercio entre ambos países.
Así, ya se activaron u$s500 millones adicionales a los u$s500 millones que ya estaban siendo utilizados. Se trata de yuanes que están en las reservas del BCRA y que la Argentina utiliza para hacer frente al déficit comercial con China. De esa forma, evita utilizar los escasos dólares y le paga a China con los mismos yuanes que ese país nos presta.
Dólar soja y FMI
Desde que arrancó a comienzos de este mes, el «dólar soja» ya aportó u$s1.423 millones. De ese total, el Banco Central se quedó con aproximadamente la mitad: u$s763 millones.
La expectativa es que durante este mes, el BCRA termine embolsando no menos de u$s1.500 millones. Tal vez, más cerca de los u$s2.000 millones.
El problema es que para elevar el monto, la variable de ajuste son las importaciones. El cierre del grifo de las compras en el exterior tiene consecuencias negativas: enfriamiento de la actividad y presiones sobre los precios internos.
Además, las medidas restrictivas suelen ser traumáticas para las empresas y también para la economía. Se nota durante estas jornadas, con quejas de distintos sectores: desde productores de alimentos para mascotas hasta cirujanos cardiovasculares, que advierten por posibles faltantes de material para operaciones de corazón.
En su viaje a la última Asamblea del Fondo Monetario Internacional, Massa planteó en un informe que la Argentina tenía un sobrecosto de casi u$s5.000 millones por el impacto de la guerra en los precios internacionales de la energía.
Y que pretendía poner ese dato en una nueva negociación con el organismo.
Los pagos netos que debe hacer la Argentina a lo largo de 2023 al FMI rondan los u$s4.140 millones, de acuerdo a las estimaciones de Marina Dal Poggetto. Justamente, habrá un intento del Gobierno para que esos pagos se posterguen (o directamente se neteen) con el sobrecosto por la guerra en Ucrania.
En total, la Argentina está obligada a desembolsar unos u$s8.400 millones el año que viene, entre pagos a los organismos y los vencimientos de deuda en el mercado (privados y de las provincias).
Una negociación con el Fondo en ese sentido habilitaría a un ahorro de la mitad de esas obligaciones.
Dólares del turismo extranjero
Se trata de montos muy bajos para las necesidades de la Argentina, pero está claro que todo suma. En las últimas horas, por fin, comenzó a funcionar el «dólar especial para turistas extranjeros». A los viajeros que llegan al país se les reconoce la cotización del dólar MEP (de $300) contra los $178 del dólar oficial.
Esos ingresos, si bien suman a las reservas brutas y no a las netas, le permitirán al BCRA mejorar su balance. Y, en definitiva, compensar una parte del déficit de la cuenta turística.
Como puede apreciarse, se trata de medidas que, en la urgencia, se toman para evitar un escenario de catástrofe. Todavía no está nada dicho, ni el camino totalmente despejado.
Fuente: iprofesional.com