Los mercados mundiales viven una especie de «panik atack» desatado por la caída de las acciones del banco suizo, que provocó un fuerte cimbronazo global.

Por el momento pese a una recuperación el martes luego de la caída de 3 bancos regionales americanos del lunes, los mercados mundiales viven una especie de «panik atack» desatado por la estrepitosa caída de las acciones del banco suizo Credit Suisse en la Bolsa de Zurich lo que arrastró a la baja a las acciones de los bancos en todo el mundo

La gran duda de los analistas de Wall Street es qué decisión tomará la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos luego de su próxima reunión de 21 y 22 de marzo.

Luego de las quiebras del Silicon Valley Bank, del Silvergate Bank y del Signature Bank el mercado financiero en los EE.UU. está tratando de reducir riesgo en los portafolios y castigando en mayor medida al sector involucrado en esta historia del momento que es el sector bancario.

Antes de lo ocurrido con el Credit Suisse quienes minimizaban  la potencialidad de una escalada en las tensiones financieras, señalaban que el modelo de negocios del Silvergate y el Signature Bank estaba muy orientado a los cripto activos, así como el Silicon Valley Bank al venture capital / startups tecnológicos.

Similitudes con la crisis hipotecaria de EE.UU. 2007

 

Ese razonamiento es muy similar al que había al comienzo del problema de las hipotecas «subprime» en los EE.UU. en el 2007. Muchos analistas de bancos y calificadoras internacionales afirmaban en ese entonces que solo se trataba de un grupo de bancos muy particular y focalizado en ese tipo de préstamos hipotecarios de segundo orden.

La explicación era que un reducido grupo de instituciones financieras teóricamente le habían dado una segunda hipoteca a individuos que no estaban calificados para recibirlas y qué finalmente no las podían pagar. Pero no fue así porque todo el mercado estaba contaminado con derivados financieros apalancados por ese tipo de hipotecas y se había creado una especie de burbuja financiera que finalmente explotó.

 

Todo terminó en agosto del 2008 con la quiebra de Lehman Brothers, uno de los bancos de inversión más grandes del mundo,  lo que provocó luego el auxilio de la FED al sistema financiero con grandes paquetes de ayuda para evitar que cayeran más bancos grandes y una fuerte baja de la tasa de interés de corto plazo.

«En este aspecto hay que destacar que el  endurecimiento monetario actual es de mayor magnitud y velocidad del de 2004/2006 que generó la crisis del 2008. Por lo tanto, es razonable preguntarse si el actual endurecimiento no podría estar gestando una crisis» explica el último informe de Invertir En Bolsa (IEB).

¿Cuál fue el detonante de la caída de los 3 bancos regionales?

 

El gran interrogante de los analistas de Wall Street es saber cuál pudo ser el detonante de la caída de estos 3 bancos regionales. Varios señalan que en gran parte se debe a la fuerte suba de las tasas de interés de corto plazo de la FED  que se produjeron entre el 2022 y la actualidad al aumentar casi 5 puntos en ese periodo.

Pero a eso hay que sumarle las declaraciones realizadas el miércoles pasado en el Congreso por parte del presidente de la FED, Jerome Powell, que afectaron a gran parte del sistema financiero americano y europeo y provocó el temor por el llamado riesgo sistémico.Luego de esas declaraciones expectativas de tasas de intereses aumentaron su volatilidad en forma inédita.

La posibilidad de una suba de 50 pbs en la reunión del FOMC del 22 de marzo exclamó  al 68% después del discurso de Powell para luego derrumbarse casi a cero con la caída de los 3 bancos regionales. En la actualidad el mercado proyecta que como mucho FED podría subir la tasa 25 pbs pero luego de lo ocurrido con el Credit Suisse algunos se animan a decir que la FED no modificará la tasa de corto plazo.

«Si algo necesitaba el 2023 era agregarle otro condimento que aumentará la incertidumbre en el mercado» afirma el informe  de  (IEB) y con respecto a los últimos acontecimientos explica que: «el endurecimiento de la política monetaria se enfrentó con la tensión financiera y es interesante recordar, que previo a la crisis del 2008, la FED había subido su tasa de política monetaria de 1,00% a 5,25% entre 2004 y 2006, mientras que entre comienzos de 2022 y el primero de febrero de 2023, la FED incrementó su tasa desde 0,25% a 4,75%».

Expectativas por la decisión de la FED

 

Por lo tanto, el actual endurecimiento de la tasa es más importante en magnitud y velocidad que el que provocó la crisis de las hipotecas  subprime y que finalizó con la quiebra del banco de inversión Lehman Brothers en agosto del 2008 junto a 30 instituciones financieras y mutuales.

En el «Monetary Policy Report» de la Reserva Federal publicado recientemente, se incluye un gráfico en el cual se estima a qué nivel debería elevarse la tasa de política monetaria de acuerdo a la «Taylor Rule» y otras reglas de política monetaria. En el mismo se puede apreciar que la tasa debería superar el 6,00%. Por lo tanto, se genera un conflicto entre subir la tasa lo necesario para controlar la inflación, pero al mismo tiempo minimizar las tensiones financieras.

En este caso debemos preguntarnos si en la actuales  condiciones y con la inflación anual que bajó del 6,4 % en enero al 6% en febrero la FED debería mantener la agresiva política de subas de tasa de interés o debería modificar su política monetaria para evitar una nueva crisis financiera.

En ese sentido hay que señalar que Powell en agosto del año pasado había manifestado que «para poder controlar a la inflación, los mercados deberían sufrir algún dolor» y al parecer ese dolor hoy es inevitable  y necesita algún calmante.

Qué dijo Powell

 

En la presentación de la semana pasada de Powell ante ambas cámaras del Congreso el titular de la FED  modificó fuertemente el mensaje que había dejado el 1o de febrero, en la ronda de preguntas y respuestas, luego de finalizada la primera reunión del año del FOMC (Comité Federal de Mercado Abierto) de la Reserva Federal.

Powell  manifestó también que: «los datos de enero sobre empleo, gasto del consumidor, producción manufacturera e inflación, han revertido en parte las tendencias que habíamos visto hace apenas un mes. Por lo tanto, las presiones inflacionarias están siendo más altas de las observadas al momento de la última reunión del FOMC». También dijo que: «la inflación se ha moderado un poco desde mediados del año pasado, pero se mantiene muy por encima del objetivo a largo plazo del 2% del Comité.

 

Las presentaciones de Jerome Powell ante ambas cámaras del Congreso tuvieron un rápido impacto en las expectativas de tasas, elevando la probabilidad que el 22 de marzo del corriente, el FOMC eleve la tasa 50 pbs en lugar de 25 pbs pero en el comienzo de esta semana, como consecuencia de lo ocurrido con el Silvergate, Silicon Valley y Signature y ahora con las dudas sobre el futuro del Crédit Suisse el mercado comienza a especular que el FOMC no sólo no podrá subir 50pbs, sino que quizás tampoco 25pbs y si la situación se agrava  tal vez mantenga en el cual valor o decida un cambio de la política monetaria actual.

Por otra parte, la publicación del reporte del mercado laboral correspondiente a febrero mostró un crecimiento de 311.000 «nonfarm payrolls» y superó el consenso de expectativas que lo estimaba en 223.000. Por lo tanto, el mercado laboral sigue mostrando cifras que exceden a las estimaciones.

¿Se endurece la política monetaria de la FED?

 

La publicación de este informe reforzó la idea de la necesidad que la FED endurezca más la política monetaria pero las noticias generadas por los bancos comenzaron a hacer dudar si la FED no ha excedido el endurecimiento y ha comenzado a provocar tensiones financieras que la obligarán a modificar su política monetaria.

A diferencia de lo ocurrido durante 2022 y buena parte del comienzo de 2023, en el sentido que tanto bonos como acciones se han movido en el mismo sentido, entre jueves y viernes se pudo observar un cambio de comportamiento.

Lo ocurrido con los bancos agrega más volatilidad a un mercado que ya había comenzado el 2023 con mucha volatilidad y los analistas recomiendan  una duración acotada y alta calidad crediticia.

Lo que es probable es que si la FED no modifica su política monetaria las acciones, los bonos , las materias primas y las criptomonedas podría verse afectadas en el corto plazo en tanto que los bonos del Tesoro Americano podrían subir en un escenario de incertidumbre financiera mundial con un dólar revaluándose frente al reto de las monedas un escenario que no favorecería a la Argentina. 

 

Fuente: iprofesional.com