El ritmo de devaluación aumentó ante proyecciones que apuntan a una inflación del 8% en julio y ausencia de señales de que en los próximos meses pueda bajar de ese ritmo.
El mercado de futuros del dólar es una expresión de lo que los inversores esperan. Si bien una parte de los compradores opera para asegurarse el precio de las importaciones a 60 o 180 días, como pidió el Banco Central, otros se cubren de una devaluación comprando en los distintos fines de mes.
La demanda fue intensa y el Banco Central tuvo que intervenir, pero no pudo impedir que todos los fines de mes subieran y que la tasa de devaluación aumentara a 80% anual. Hace dos ruedas estaba en 70%.
Fin de año cerró a $179,75 (+1,55%) y marca una diferencia con el dólar mayorista del viernes. que cerró en $128,25, de 40% para lo que queda del año.
Si se toma el valor del primer día de enero y se lo compara con el de futuros del 31 de diciembre, la devaluación sería de 75% que no cubriría una inflación proyectada a más de 80% anual.
Pero el ritmo devaluatorio se aceleró. La devaluación de la semana pasada equivale a 85% anual. Algo está cambiando en la política de anclaje cambiario del gobierno y el mercado lo sabe.
Desde todos los ángulos se puede ver que el ritmo de devaluación aumentó ante la noticia de que la inflación de este mes se proyecta a 8% y no hay señales de que en los próximos meses pueda bajar de ese ritmo.
Una voz en el teléfono
Los negocios en el mercado de dólares financieros se mantuvieron en USD 170 millones porque los teléfonos siguen funcionando para pedir moderación a los operadores, pero así y todo se pagan precios elevados porque los bonos con los que se operan, el AL30 y el GD30 bajaron más de 1%. Por eso el MEP subió $8,22 (+3%) a $292,50 y el contado con liquidación $6,56 (+2,2%) a $301,49.
Las brechas tan amplias respecto al dólar oficial hicieron que las presiones sobre la devaluación aumenten.
Las reservas están muy castigadas por el atraso del dòlar. El viernes, el Central compró USD 4 millones, pero entregó USD 100 millones para importar gasoil.
De todas maneras, las reservas subieron USD12 millones a 40.143 millones, pero están $2.641 abajo en lo que va del mes por los pagos de deuda al FMI y a bonistas. En el año, con precios récord de la soja sumaron solo USD 643 millones.
Otro dato para seguir son los bonos dollar linked, cuyo precio está atado al del dólar mayorista. El T2V2 que vence en noviembre próximo, aumentó 2,31% y el TV23 que vence el 28 de abril de 2023, 2,70%.
El incipiente desabastecimiento, la suspensión de tareas en algunas fábricas y la creciente inflación, aceleraron los tiempos y en la pulseada gobierno versus dólar, los brazos se inclinan a la devaluación que puede ser gradual, pero corre el riesgo de atentar contra la liquidación de divisas de los exportadores.
Son pocos los que creen que se puede sostener el tipo de cambio con una brecha de 130% con el dólar MEP. Los bonos de la deuda son otra prueba de la debilidad de las reservas argentinas. El riesgo país, por la caída de los bonos con legislación extranjera, subió 2 unidades a 2.754 puntos básicos, pero se espera que esta semana rompa la barrera de los 2.800 puntos.
Las señales de Estados Unidos de que la próxima suba de tasas puede ser de entre 0,75 y 1 punto, más la advertencia de la Reserva Federal de Dallas de que la Argentina y Turquía no soportarán esas tasas más altas, hoy pondrán más presión sobre el dólar y se esperan medidas defensivas del Banco Central, aunque quedan muy pocas en el menú. Algunos dicen que impondrán más parking a los bonos.