Sergio Massa se tomará las próximas horas para definir la instrumentación del "dólar Qatar". Su equipo de colaboradores, y también desde el Banco Central, le llevaron al ministro distintos informes sobre el impacto de un nuevo avance en el desdoblamiento del tipo de cambio. Los tiempos apremian: el titular del Palacio de Hacienda no quiere dilapidar la momentánea tranquilidad que ganó con el ingreso de divisas del "dólar soja", pero en el gabinete económico admiten que la situación luce al límite.

Una de las propuestas que le llevaron a Massa implicó un dólar "tarjeta" cercano a los $300, que podría significar un ahorro de no más de u$s200 millones mensuales.

Parece muy poco si el propio Gobierno estima que durante el mes del Mundial podrían irse más de u$s1.300 millones -casi el doble que el mes pasado- por los gastos de argentinos viendo a Messi en Qatar.

Lo peor es que semejante movida implicaría además un nuevo salto de los dólares alternativos, que ya cotizan por arriba de los $300 y que tendrían más argumentos para escalar si el Gobierno blanquea un piso de ese mismo valor para los gastos en el extranjero.

¿Y entonces? La decisión es problemática -por eso mismo, Miguel Pesce siempre postergó una medida de este tipo-, y podría ser traumática si el ensayo sale mal.

Ya no hay tiempo para dilaciones

El ministro está buscando con sus colaboradores la alternativa que tenga los menores costos. Ninguna decisión es gratuita, pero está claro que la actual dinámica no admite más demoras. Básicamente, porque, después de un mes promisorio en el ingreso de divisas a las reservas, esos dólares terminarían muy pronto fuera del BCRA.

El escenario de una devaluación abrupta y descontrolada quedó marginado en las últimas semanas gracias al ingreso extraordinario de divisas del "dólar soja". Un escenario irrepetible.

En lo que va del mes -a falta de cuatro días hábiles-, el Central ya compró un neto de u$s3.600 millones. Massa quiere utilizar ese colchón para robustecer su plan de estabilización.

La pregunta es cuáles son las medidas que terminarán por convencer al ministro. Todas conllevan un serio riesgo: pueden marcar el inicio de una estabilización más duradera -sobre todo si se asegura el ingreso permanente de divisas, como a través de un dólar turista que al BCRA le permitirá captar los dólares que traen los turistas brasileños y uruguayos, por caso-. Pero también podrían desembocar en una aceleración inflacionaria con final desconocido.

El efecto "búmeran"

En su último reporte, la economista Marina Dal Poggetto destaca una cuestión que tendrá relevancia, a partir de la próxima semana, a la hora de evaluar los dólares de los que dispone el Banco Central.

Se trata de una medida que fue tomada meses atrás, con el objetivo de "patear para adelante" los pagos en dólares de las empresas, pero cuyos vencimientos empiezan a caer ahora, con el final de septiembre.

Es la deuda comercial que contrajeron los importadores que fueron obligados a postergar pagos por 180 días. La medida acaba de ser extendida hasta fin de año por Miguel Pesce.

Pero eso no quita que aquellas compañías que postergaron pagos hace seis meses, ahora tengan la obligación de pagar. Son dólares que el BCRA les tendrá que otorgar sin mayores dilaciones.

De acuerdo a las estimaciones de Dal Poggetto, la deuda comercial ascendería a unos u$s5.600 millones. Como puede apreciarse, el partido más relevante por los dólares del Banco Central no se juega en Qatar sino en la mismísima Argentina.

El golpe en la actividad

La escasez de divisas tiene un doble impacto que va interconectado: las trabas a las importaciones deviene en un enfriamiento de la actividad económica ante la caída de la producción. Y también pega sobre los precios. Buena parte de la dinámica inflacionaria se vincula con la incertidumbre y el agrandamiento de la brecha cambiaria.

La suba de los precios parece inatajable: en las últimas cuatro semanas -medido punta a punta-, la inflación de los alimentos trepó al 8,6%, uno de los niveles más elevados de los últimos meses.

En la secretaria de Comercio monitorean el escenario: individualizaron casos de incrementos de hasta 20% en una sola semana.

En este contexto, el consumo masivo -alimentos, bebidas y productos de limpieza personal e higiene- empieza a dar los primeros indicios de lo que viene: un enfriamiento de la actividad económica por culpa de la aceleración inflacionaria.

De acuerdo al monitoreo de la consultora Scanntech, entre autoservicios de todos los tamaños en el país, el consumo de productos de la canasta básica cayó 7,3% durante agosto en relación al mismo mes del año pasado.

Los principales productos de la canasta básica (alimentos, bebidas y artículos de limpieza e higiene) vienen encabezando el pernicioso ranking de la inflación de los alimentos en los últimos meses, y que llevaron el costo de la canasta básica de la pobreza a unos $120.000 mensuales.

Para tener una idea cabal de lo que está sucediendo en la economía: una inflación de esta magnitud implica -ni más ni menos- que el costo de la canasta familiar para no caer en la pobreza se incrementa en alrededor de $8.000 a $10.000 mensuales.

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No hay ningún bono ni acuerdo salarial que logre siquiera igualar esa pérdida del poder adquisitivo.

 

Fuente: iprofesional.com

La semana pasada hemos visto una fuerte baja del mercado americano que ya se encuentra entre 18% y 30% abajo desde el comienzo del año dependiendo de que índice miremos. Mientras el Dow Jones baja un 18% el S&P 500 lo hace en un 22% y el Nasdaq llega a un 30% de caída.

Para entender lo que sucede y que es lo que podrá pasar tenemos que poner en contexto la actual situación de la bolsa en Estados Unidos.

Los mercados vienen viviendo un gran ciclo alcista desde el 2008 donde los valores de los índices se han más que quintuplicado. Gran parte de esta suba fue producto de los distintos programas que llevó adelante la FED donde inyectaban liquidez mediante la compra de activos juntamente a tasas realmente bajas que impulsaron la economía.

Ya hace un tiempo la FED comenzó a plantear la posibilidad de desarmar esas compras ya que el mercado había recuperado su fuerza y estableció un cronograma para llevarlo adelante. Hasta ahí todo marchaba bien, el mercado sabía que eso podría impactarlo pero entendía que no sería grave para las cotizantes. El problema es que en medio de esto se coló la inflación.

Los efectos de la inflación 

 

Una inflación que al principio era subestimada por la FED, todos recordamos que más de una vez declaró que veía a la misma como transitoria, pero que en la práctica dejó que la misma pase de menos del 2% a más del 8%. Inflación que se produjo a partir de la brutal emisión de dinero realizada durante la pandemia para mitigar sus efectos mientras caída, por la misma pandemia, la actividad no solo en Estados Unidos sino a nivel mundial. De hecho este escenario de alta inflación desgraciadamente se replica en las principales economías del mundo y por los mismos motivos.

Aunque tarde la FED comenzó a reaccionar y a subir la tasa para controlar la inflación, esta semana vimos una nueva suba de 75 puntos básicos y aún quedan 2 reuniones más en el año que seguramente lleven a la tasa americana arriba del 4%. La pregunta que se hace el mercado es si eso será suficiente para controlar la inflación y volver al objetivo del 2% anual. La respuesta es que probablemente no.

El ciclo alcista de 14 años ha llegado a su fin, un nuevo escenario se impone en los mercados

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Ahora bien, ¿qué significa para los mercados accionarios que suban las tasas? Hay que entender que la economía americana se apoya mucho en el crédito para sostener su consumo. Si el crédito se encarece, eso es lo que implica una suba de tasas, el consumidor deberá destinar más dinero a pagar los intereses de sus financiaciones y dispondrá de menos dinero para sus gastos. Como ejemplo podemos mencionar que esta semana las tasas de las hipotecas llegaron el 6.9%, la más alta desde el 2008. Entonces más tasas en una economía fuertemente endeudada será más fondos destinados a cubrir las necesidades financieras y menos para el consumo, menos consumo implicará menores ventas por parte de las empresas y menos ventas provocará caídas en las ganancias. Una empresa que gana menos tiende, por lo general, a valer menos y allí encontramos el porqué de la reacción de los inversionistas a la suba de tasas.

Lo que el mercado parece empezar a entender es que esta dinámica se encuentra lejos de terminar. La verdad es que con una inflación superior al 8% y una tasa en 3.25% luego de la emisión vivida, parece que estamos lejos de volver a encauzar a la inflación dentro del sendero bajista que la lleve al 2% objetivo. Este panorama no se limita solamente a Estados Unidos, que ya sería bastante importante dado que es la locomotora económica mundial, sino que el resto de las principales economías mundiales está en una situación igual o peor dado que la brecha entre inflación y tasas es aún mayor.

Inflación de EE.UU.: por qué no comenzó el proceso de desaceleración 

Por lo tanto la inflación no solo está lejos del objetivo del 2% planteado por la FED sino que no se ve aún que haya comenzado el proceso de desaceleración necesario, las tasas de interés seguirán subiendo en lo que resta del año y seguramente en el 2024 también. Esto provocará una caída en el consumo que probablemente empuje a los Estados Unidos a una recesión, que esperemos sea breve, y como resultado tendremos malos balances de las compañías cotizantes.

En este contexto podemos aventurar que el ciclo alcista que lleva 14 años ha terminado y que enfrentaremos uno bajista. Su duración y profundidad dependerá del tiempo que le lleve a la FED controlar la inflación y devolverla al valor objetivo. En el medio veremos un dólar más fuerte, valores de materias primas más bajos y el resto de los mercados mundiales en situación más delicada. Será un escenario desafiante para los inversores pero lleno de nuevas oportunidades.

 

Fuente: iprofesional.com

a llegada de dólares frescos a las arcas del Banco Central, mediante las distintas estrategias implementadas por el Gobierno, generaron algo de tranquilidad en el frente cambiario. Por lo que los economistas están alertando que este relativo éxito del precario "plan dólar calmo" puede llevar al oficialismo a intentar a que no haya un salto devaluatorio, algo que igual no frenaría la alta inflación y un freno en la actividad.

Cabe recordar que, en los últimos días, el Ejecutivo tuvo algunas señales de alivio en las necesidades externas económicas, como los resultados positivos de la implementación del "dólar soja" a $200, para fomentar que el agro liquide a ese precio su producción, y que así le ingresen divisas al BCRA para reforzar las alicaídas reservas. A ello se le sumó el crédito internacional conseguido en el BID.

En este escenario, un informe publicado por la consultora LCG, cuyo fundador es el economista Martín Lousteau, alerta que a raíz del nuevo "dólar soja" se están percibiendo las "consecuencias indeseadas" de una aceleración de la inflación. Así, sostiene que en septiembre se verán mayores tasas de inflación que, "según nuestros registros, parece ubicarse en un piso de 2% semanal".

"Sucede que finalmente se devaluó el peso y aquí es donde, quizás, se entiende un poco menos la medida. Pagar los costos de una devaluación encubierta y que los beneficios se los lleve un solo sector, suena como una pésima política económica, incluso con efectos redistributivos regresivos", critican los expertos.

A pesar de ello, desde LCG detallan que "no todas son malas noticias", debido a que el dólar a $200 para la soja logró "coordinar expectativas" acerca de cuál es un tipo de cambio comercial de equilibrio.

"De aquí en más habrá que ver si se mantiene esta devaluación ambigua con múltiples tipos de cambio, o se hace un trabajo para llevar a todo el comercio a un tipo de cambio más competitivo", reflexionan los economistas de esta consultora.

Dólar soja: ¿marca un nuevo piso para el tipo de cambio?

 

Lo cierto es que más allá de establecer el Gobierno un precio de $200 para el dólar, en este caso para reconocer a los sojeros y que les cierre la venta a este tipo de cambio, los analistas de LCG creen que, incluso, persistirá una brecha alta, "la cual es producto del deteriorado balance del BCRA, que tiene su origen en una emisión de pesos que refleja el abuso del señoreaje agravado por las medidas que implicó el confinamiento".

Al respecto, acotan: "Sin embargo, creemos que un tipo de cambio en el nivel que ahora tiene la soja y sus derivados podría derivar en un comercio más holgado que permita lograr algo de ahorro externo".

La explicación que se brinda es que el costo de llevar el dólar comercial a $200, implicará una "mayor aceleración de la tasa de inflación".

Entonces, en conjunto con esa devaluación, los economistas consideran que también se deberían activar los mecanismos de control por parte de la Secretaría de Comercio, "a fin de evitar un pasaje a precios lógico en una economía que, además de consumir bienes transables, tiene ya una gimnasia para la remarcación propia de un régimen de alta inflación".

"Plan dólar": no devaluar, inflación y actividad

 

Más allá de la medida beneficiosa para el campo de tener un tipo de cambio más alto ($200) para sus liquidaciones, desde LCG concluyen que esta medida devaluatoria no será generalizada a toda la economía.

"No creemos que esta sea la decisión que tome el nuevo gabinete económico. Principalmente por una cuestión casi caprichosa de no querer devaluar el peso y preferir que la actividad y los indicadores sociales se depriman de la mano de una restricción a las cantidades importadas", sentencian los analistas.

 

Y completan su idea: "Si ese es el escenario, queda la pregunta acerca de si es sostenible atravesar todo un nuevo año con el nivel actual de reservas. En nuestra opinión, será difícil llegar al período diciembre a marzo del año siguiente".

La justificación de ello es que ya "no habrá" dólares retenidos por el agro y la demanda de divisas superará a la oferta en términos planeados, aun cuando los pagos por importaciones de energía se hayan moderado.

"La respuesta a ´no llegar´ no será devaluar. Creemos que se intentará seguir regulando la salida de capitales vía mayores restricciones al dólar para turismo, por ejemplo. Esa economía, limitada por la cantidad de dólares y con ajuste fiscal también ambiguo o dubitativo, es decir, poco creíble, no puede crecer", concluyen desde LCG.

Para finalizar que hasta el final de la actual gestión, serán meses entonces de mayor inflación y freno a la actividad.

"Al menos, y quizás paradójicamente, hasta orgulloso, el flamante Ministro de Economía, Sergio Massa, pueda concretar más de doce meses de gestión sin devaluar, de forma oficial y definitiva, al peso", finalizan los expertos de la consultora.

 

Fuente: iprofesional.com

También ayudó una recuperación de Wall Street en el arranque de la semana. Algunos papeles locales terminaron con subas superiores a 4% en Wall Street mientras que otros ya superan el 50% en dólares desde fines de julio.

Cuando todo parecía indicar que los activos argentinos estaban a punto de perder el envión del último mes y medio, el arranque de semana arrojó subas significativas especialmente por el lado de las acciones. El anuncio realizado a primera hora de la mañana por el FMI, aprobando la revisión del segundo trimestre del programa en marcha con la Argentina, fue clave para un inicio positivo. Algunos papeles locales terminaron con subas superiores a 4% en Wall Street y mientras que otros ya superan cómodamente el 50% en dólares desde fines de julio, cuando Sergio Massa llegó al ministerio de Economía.

Sin embargo, está todo muy condicionado por la próxima decisión de la Reserva Federal. Esta semana, la entidad definirá una agresiva suba de tasas de interés para combatir la inflación en Estados Unidos. Aunque está descontado que será de por lo menos 0,75 puntos porcentuales, no se descarta totalmente que incluso pueda decidirse por un punto entero, lo que representaría una medida histórica. Los inversores se mueven al compás de esta inminente decisión.

Las acciones argentinas fueron las que más se beneficiaron ayer del flujo de inversiones que buscó alternativas de mayor riesgo. Hubo subas generalizadas y volvieron a sobresalir las bancarias, regresando a sus picos de cotización anual. Un caso emblemático es del Banco Macro: tras haber tocado un piso de USD 11 a fines de julio, ayer consiguió superar los USD 17, una mejora de nada menos que 55% en menos de dos meses. Mejor todavía le fue a YPF, que más que duplicó su valor en el mismo período y ayer trepó otro 3,4%.

El “efecto Massa” que le dio impulso sobre todo a las acciones ni bien se conoció la noticia de su llegada a Economía se prolongó bastante más de lo que se pronosticaba. La confirmación por parte del FMI del cumplimiento de las metas de la segunda revisión y el próximo desembolso de USD 3.900 millones fue relevante hoy para que se produzca este impulso adicional.

Entre el “dólar soja” y este ingreso de divisas del Fondo (aunque solo quedarían netos unos USD 780 millones), el Banco Central acumulará más de USD 3.000 millones de reservas en poco más de un mes y está más cerca de cumplir con la exigencia del acuerdo. Este mayor “colchón” de divisas aleja por otra parte la posibilidad de una crisis cambiaria en el corto plazo, algo que también es celebrado por los mercados.

Los bonos, en cambio, operaron sin grandes cambios. En este caso siguen pesando las “posiciones técnicas”, o sea grandes fondos que ya tienen títulos argentinos en sus carteras y no piensan en seguir acumulando. Aunque luego de la mejora del último mes siguen debajo de los USD 25 de paridad, un valor considerado aún extremadamente bajo, las cotizaciones no presentan mayor reacción.

Los inversores descuentan que luego de las elecciones presidenciales habrá una nueva reestructuración de deuda. Sin embargo, eso podría ser un escenario positivo para los bonos, porque se estima que la negociación no será tan agresiva como la realizada en su momento por Martín Guzmán. El riesgo país sigue apenas por debajo de los 2.400 puntos básicos, pero ya hace un par de semanas que le cuesta perforar ese nivel.

La cotización del dólar se mantiene con una leve tendencia al alza, en especial el “contado con liquidación” que sigue por encima de los $ 300. Sin embargo, el tipo de cambio libre cerró a $ 279, es decir lejos de los otros dólares financieros.

El BCRA ayer dispuso que quienes vendieron a través de “dólar soja”, es decir a un tipo de cambio de $ 200, no podrán acceder ni a la compra de dólares oficiales. Tampoco adquirir divisas a través de operaciones de compra venta de títulos, por ejemplo dólar Bolsa o “contado con liquidación”. De esta forma, busca reducir la demanda alcista en este mercado, pero con riesgo de un aumentar la presión sobre el dólar libre.

La reciente suba de tasas, que llevó el piso de los plazos fijos a 30 días al 75% anual, tuvo como principal objetivo disminuir la presión sobre la divisa. Todo indica que al menos de corto plazo lo estarían logrando, aprovechando un regreso del “carry trade”, o sea inversores que aprovechan para ganar en moneda local mientras la divisa se mantiene relativamente planchada.

Estudios técnicos que estiman la relación entre cantidad de dinero y el tipo de cambio marcaría que los dólares financieros estarían levemente atrasados. Es el caso de un informe de Portfolio Personal Inversiones que a partir de ese cálculo concluyó que el valor “justo” estaría cerca de los $ 325.

La reciente licitación que realizó el Tesoro también dejó en claro que este nivel de tasas es lo suficientemente atractivo aunque no le gane a la inflación. Consiguió financiamiento fresco por más de 120.000 millones de pesos y así ayudó a despejar el horizonte de vencimientos por lo menos hasta fin de año.

 

Fuente: infobae.com

Los índices en Wall Street caen entre 14% y 26%. El selloff provocó una fuerte contracción en las valuaciones de las compañías. Analistas ven oportunidades, pero también advierten sobre los riesgos macroeconómicos.

Las acciones en Wall Street intentaron recuperarse el miércoles parcialmente de las fuertes pérdidas evidenciadas el martes tras el dato de inflación en los EE.UU.

En el acumulado del año las acciones evidencian fuertes caídas y esto se traduce en valuaciones más bajas y atractivas. Con ese contexto, analistas del mercado ven oportunidades, aunque advierten que el panorama económico luce desafiante para las acciones, por lo que recomiendan cautela.

FUERTE CAÍDA DE WALL STREET

El contexto de suba de tasas de la Fed a causa de una inflación más acelerada generó un rebalanceo de expectativas en el mercado.

Esto provocó un fuerte aumento en las tasas de interés de los bonos del Tesoro (coincide con una fuerte caída en el precio de la deuda) y un fuerte selloff en las acciones.

En lo que va del año, las acciones en Wall Street muestran fuertes pérdidas.

El índice tecnológico Nasdaq es el que más cae este año, con una merma del 25,7% en 2022.

Le sigue el S&P500 que pierde 16,8% y luego el Dow Jones, con un retroceso en lo que va del año del 13,9%.

La fuerte caída en las acciones provocó que la valuación de las compañías dentro del S&P500 se ubique en niveles más atractivos de largo plazo.

Uno de los ratios de valuación más utilizados en el mercado para medir la valuación de las acciones es el Forward Price Earnings (F/PE) del S&P500. Este ratio se ubica en niveles de 16,5 veces ganancia.

De esta manera, el ratio se ubica debajo de su promedio de largo plazo, es decir, debajo del promedio de 10 años que se encuentra en 17 veces ganancia.

En estos valores, el resto regresa a los niveles de julio pasado y en valores similares a los que operaba en momentos cuando el mercado se recuperaba de los peores momentos de la pandemia.

También son valores coincidentes a otros momentos del mercado, como los vistos durante 2017 a 2018.

 

Julio Calcagnino, analista de mercados de TSA Bursátil del Grupo Transatlántica coincide en que las valuaciones del S&P500 se ubican debajo de sus promedios de largo plazo, aunque resalta la importancia de distinguir en sectores.

"A nivel sectorial, esto se verifica en el sector financiero, materiales y telecomunicaciones. Luego, hay casos como energía que se encuentran por encima del promedio de 5 años y sustancialmente por debajo del de 10 años. Salud está alineada a su valuación histórica. Finalmente, consumo discrecional y tecnología están apenas por debajo del promedio de los últimos 5 años, pero por debajo de aquel de 10 años", detalló Calcagnino.

En el acumulado del año, las acciones del sector tecnológico son las que más han sufrido.

El índice de acciones de crecimiento a largo plazo (ARKK) muestra una baja del 54% en lo que va de 2022. Le sigue el sector tecnológico (XLK) que baja 23,6%, el sector de mineras (23%), consumo direccional y el de hotelería y ocio (21% de baja en promedio.

Otros sectores como el de aerocomercial, materiales, financiero, industrial y consumo también caen, con bajas de entre 7% y 17%.

Solamente el sector de energía y extracción de petróleo muestran retornos positivos, con ganancias abultadas de entre 48% y 53%.

Los sectores de materiales, aerocomercial, ocio y hotelería, consumo discrecional, mineras y el tecnológico tienen una performance peor respecto del S&P500 ya que bajas más del 16,9% que cae el índice bursátil de referencia de Wall Street.

 

Jonatan Kon Oppel, asesor de inversiones en Conosur Investments y Fundador de JKO Finanzas, destacó que si bien las acciones pueden mostrarse baratas, el panorama de mediano plazo luce adverso para las acciones.

"Si miramos valuaciones con estimaciones de ganancias de los últimos meses, pueden parecer baratas. Sin embargo, los datos de inflación no dan señales de que la Fed baje la velocidad de suba de las tasas de interés, y una desaceleración en la actividad económica parece cada vez más probable. Esto haría que se deban revisar las estimaciones de ganancias de las empresas, dejando las valuaciones no tan atractivas", dijo.

Debido al panorama sombrío en la macro americana, Kon Oppel ve más prudente mantener la cautela desde el lado de la estrategia de inversión.

"Por ahora, el dólar se sigue apreciando y la curva de bonos del tesoro sigue invertida. Estas son claras señales de que todavía no hay voluntad de aumentar el nivel de riesgo en los portafolios de inversión de los fondos más grandes del mundo", dijo.

OPORTUNIDADES

Dadas las abultadas pérdidas que se dan en los índices y en las acciones a nivel general, los actuales niveles de la renta variable americana podrían representar una oportunidad para inversores arriesgados que buscan posicionarse en acciones.

Analistas coinciden en que existen oportunidades de inversión aunque ponen el foco en los riesgos subyacentes en la economía americana a medida que la Fed suba la tasa de interés.

El sector tecnológico es el que más llama la atención tanto por la fuerte caída pero también por el potencial alcista que puede tener dado el mejor punto de entrada relativo al resto de los sectores.

Santiago Ruiz Guiñazú, head de Equity Sales & Trading de Adcap Grupo Financiero, coincide en que en este momento, el mercado está muy atento al nivel de actividad de la economía de Estados Unidos como principal riesgo.

En términos generales, Ruiz Guiñazú ve en el sector tecnológico en donde existen las mayores oportunidades.

"Creemos que hay oportunidades en el mercado de Estados Unidos, sobre todo en el sector de tecnología, que bajó mucho de precio en los últimos meses. Vemos oportunidades puntuales en Mercado Libre, Tesla, Amazon y Apple. Es un buen momento para invertir en esas compañías clásicas", dijo Ruiz Guiñazú.

El analista de mercados de TSA Bursátil también le pone el foco en los riesgos recesivos y el impacto en las acciones.

"El hecho de que la probabilidad de recesión es alta y que el S&P 500 ha caído en promedio un 32% desde los máximos considerando las ultimas recesiones, un escenario de mayores bajas hacia los 3260 puntos es posible", advirtió.

Dicho esto, Calcganino remarca que para quienes busquen comprar acciones, el lineamiento sería solo para inversiones de largo plazo, y con el objetivo de promediar a la baja ante nuevas perdidas.

También advierte que "luce aconsejable evitar acciones de "crecimiento" por el momento".

 

RALLY DE TASAS Y SECTOR TECH

La caída de más del 26% en el sector tecnológico ubica al ajuste actual como el más importante desde la pandemia en términos porcentuales.

El rally de tasas le representó al sector tecnológico una amenaza y un viento de frente ya que cuanto mas sube los rendimientos, el valor actual de las acciones es menor (por cuestiones matemáticas), y por lo tanto, las acciones tienden a caer.

Daiana Olivera, estratega de Cohen coincide en que las acciones de crecimiento tuvieron una caída muy grande en los primeros meses del año.

Si bien encuentra valuaciones atractivas, Olivera advierte sobre la volatilidad hacia adelante dado los riesgos que representa la suba de tasas en EEUU.

"Las valuaciones del sector de crecimiento vienen mucho más interesantes actualmente. Sin embargo, el dato de inflación de ayer mantiene al mercado muy volátil. Los sectores que más afectados se vieron suelen ser los más golpeados en contextos de suba de tasas. Por eso recomendamos cautela y pensar a las inversiones actuales con un periodo de inversión a mediano plazo", dijo.

Manuel Carpintero, head portfolio manager de Nash Inversiones remarca que ciertamente, las valuaciones han ajustado rápido, sobre todo las del sector tecnología.

"En el sector de tecnología es donde se vieron caídas más marcadas. Son momentos de muy alta volatilidad y eso suele incomodar a muchos inversores que ven fluctuaciones grandes en sus cuentas", comentó.

Por otro lado, y al igual que el resto de los analistas, Carpintero pone el ojo en la parte macroeconómica.

"Aún resta ver el desenlace de este contexto inflacionario en EEUU. Si la Fed logra un "soft landing" bajando la inflación evitando retracción de la macro, o bien si la actividad entra en recesión. En este segundo escenario es donde las valuaciones podrían volver a quedar "caras" si los fundamentals de las empresas empeoran más de lo esperado", comentó Carpintero.

 

Fuente: cronista.com

Mercado internacional

Finaliza la segunda rueda bursátil luego de darse a conocer el dato de inflación de Estados Unidos que inyectó preocupación y generó una considerable baja en el mercado. Si bien ayer la rueda pudo cerrar levemente positiva, hoy el panorama es mixto y los ojos están puestos sobre el dato de inflación europeo que se dará a conocer mañana. La inflación en el mundo continúa llevándose la atención mes a mes, como así también las medidas de fuertes subas de la tasa de referencia que toma cada país para poder afrontarla de la mejor manera.

En este sentido, Estados Unidos de nuevo es noticia con relación a los cambios que realiza para afrontar la inflación, particularmente el aumento de la tasa de interés. Dicho aumento se espera que sea entre 0,75 y 1 punto porcentual debido a que según destacó el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, va a generar políticas monetarias agresivas hasta fin de año buscando cumplir su objetivo de 2% anual. Asimismo, se puede considerar que un aumento de la tasa de interés de 75 puntos ya puede estar prácticamente descontado y la novedad radicaría en si este aumento se extiende a 100 puntos despertando aún más el temor visto el martes en los inversores.

En este contexto, los principales índices de Estados Unidos finalizaron la jornada con una variaciones en el SPY y DIA de 1,13% y 0,54% negativos respectivamente. Sin embargo, el índice con el peor desempeño de la jornada fue el tecnológico que, teniendo en cuenta su ETF de referencia QQQ finalizó con una caída superior a 1,5%.

De forma particular, quien potenció la caída dentro del índice Nasdaq fue Adobe (ADBE). La empresa estadounidense de software confirmó hoy la compra de Figma lo que le genera un gasto de 20 mil millones de dólares. Asimismo, dicha empresa presentó su balance trimestral y los números fueron similares a lo esperado por los analistas. Ante estos acontecimientos, ADBE cerró la jornada de 16,9% rompiendo soportes claves.

Mercado local

En relación con el mercado local, la tasa de interés y el tipo de cambio se llevaron toda la atención de la jornada. Desde la publicación del dato de inflación ayer, inmediatamente la vista estaba puesta en la tasa de interés y la espera de la confirmación de la misma. Según trascendió de fuentes oficiales, se habla de un aumento entre 300 y 500 puntos. Sin embargo, con la campana final se conoció que el aumento de la tasa de interés fue de 550 puntos. Durante la jornada de mañana se conocerá el impacto de este aumento en el mercado y la visión de los inversores.

Con relación al tipo de cambio, desde mitad de la rueda se vio un sobresalto en los dólares financieros. El dólar MEP finalizó con un ascenso de 5,2% mientras que el CCL con un aumento de 4,2%, puntualmente a $289,66 y $295,37 teniendo en cuenta el bono GD30. Cabe mencionar que desde el comienzo de mes estuvo la incorporación del dólar soja que causó éxito y llevó a los tipo de cambios a tomar tranquilidad y retroceder unos pesos.

De la mano con lo anterior, los bonos soberanos en dólares finalizaron a la baja a lo largo de toda la curva. Entre lo más operado, se destaca el gran volumen alcanzado por el bono soberano en dólares con legislación exterior y vencimiento en el 2030 (GD30) que cerró la jornada con una baja de 0,5% en su plaza en D. De esta manera, el riesgo país aumenta y finaliza a 2.311 puntos básicos.

Por otro lado, teniendo en cuenta la renta variable, de nuevo la petrolera argentina es noticia. A diferencia de las jornadas anteriores, YPF hoy es destacada por su contundente baja de 8,8% en su plaza en dólares. Es importante señalar que la empresa viene en aumento mayor al 100% dentro del mercado y un descanso al corto plazo era esperado tal como anticipa el análisis técnico. Esta baja no quiere decir que la empresa pierde la tendencia, ni el interés por parte de los inversores, podría ser una toma de ganancia por parte del público inversor. En el mercado, y luego de varias jornadas consecutivas al alza, se podría considerar aceptable una toma de ganancia, ofreciendo un descanso para las acciones de YPF. No obstante, la caída fue muy fuerte en su ADR en dólares y es relevante seguir de cerca su cotización para determinar un posible freno del descenso.

En este contexto, el índice de referencia local, Merval, finalizó la jornada con 144.765 puntos básicos teniendo en cuenta su plaza en pesos, mientras que en dólares se posicionó a 490 puntos con una baja de 5,1%.

 

Fuente: rava.com

El Banco Central confirmó que dejará fuera de la posibilidad de adquirir dólares a cotización “solidaria” para quienes reciben algún tipo de subvención a los servicios públicos. Tampoco podrán operar con dólar MEP o contado con liquidación.

El Banco Central oficializó que los usuarios de servicios públicos que cuenten con un subsidio del Estado en el precio que paguen en sus boletas quedarán excluidos de la posibilidad de comprar dólar a cotización “ahorro” o en el mercado financiero a valor MEP.

Así lo determinó este jueves el directorio del organismo, y era una normativa que ya había trascendido en las últimas semanas. “Las personas usuarias que se beneficien del subsidio en las tarifas de servicios públicos no podrán, mientras mantengan ese beneficio, realizar compras de moneda extranjera, por una disposición tomada por el Banco Central de la República Argentina”, aseguró la entidad.

“El Directorio del BCRA dispuso que las personas usuarias de los suministros de gas natural por red, de energía eléctrica y de agua potable, mientras reciban subsidio en alguno o todos esos servicios, no podrán acceder al mercado oficial ni realizar operaciones con títulos y otros valores con liquidación en moneda extranjera”, determinó la entidad que preside Miguel Pesce.

La intención oficial respondía a normas ya vigentes emitidas por el BCRA. En ese sentido, durante la pandemia, la inyección de pesos que supusieron los pagos del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el pago de parte de los salarios privados a través del programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), más las líneas de financiamiento a tasa cero o subsidiada movieron a la entidad monetaria a limitar el acceso al mercado cambiario de los beneficiarios de ese tipo de programas.

Se entiende, en esa línea, que a partir de la segmentación los beneficiarios de subsidios quedarán en una situación similar a la de los que recibieron ayudas del Estado en el pasado. Y por esa razón deberían quedar afuera de la posibilidad de comprar los USD 200 mensuales.

Los registros que lleva adelante el Gobierno muestran que más de 70 mil personas renunciaron a los subsidios energéticos para poder, en caso de que no medie otra restricción, tener acceso al dólar ahorro. Además, un número similar de personas se inscribieron en el registro para tener sus tarifas subvencionadas luego de no haberse cerrado la primera fecha oficial.

El BCRA oficializó que quienes paguen sus servicios públicos con subsidios no podrán comprar dólares. REUTERS/Agustin Marcarian El BCRA oficializó que quienes paguen sus servicios públicos con subsidios no podrán comprar dólares. REUTERS/Agustin Marcarian

Hace algunas semanas, además, uno de los miembros del directorio del BCRA, Agustín D’Atellis, había asegurado que “probablemente” se eliminara la restricción para quienes hayan recibido salarios financiados por el programa ATP.

“Eso va a corregirse y va a normalizarse. Es cierto que se extendió y duró un tiempo pero el subsidio se dejó de recibir, y con lo cual, en ese caso particular y en el caso que no se reciba ningún otro (subsidio), se va a normalizar”, anticipó el economista. En ese marco, detalló que “muy probablemente” se levante “cuando se terminen de tomar algunas de estas decisiones y se incorporen nuevos subsidios (a las restricciones)”.

Cómo darse de baja del subsidio para poder comprar dólares

1. En primer lugar hay que acceder al sitio oficial de la Segmentación Energética (https://www.argentina.gob.ar/subsidios), una vez allí, hay que seleccionar la opción “Modificar o eliminar la solicitud” que se encuentra a la derecha del formulario de inscripción.

2. Una vez se haya seleccionado la opción “Modificar o eliminar la solicitud”, el sitio abrirá una nueva página en la cual hay que ingresar el número de gestión de la solicitud (el mismo le habrá llegado al usuario a través del mail ingresado) y el número de DNI de la persona que realizó la gestión en un principio.

3. Tras ingresar esos datos, el sitio abrirá una nueva página en donde figurarán todos los datos que fueron ingresados en la solicitud, ya sean los datos personales, laborales y económicos y de contacto, así como los datos domiciliarios, de servicio (tanto electricidad como gas), habitacionales y del grupo de personas que viven bajo el mismo techo.

4. Por último, el usuario deberá seleccionar la opción “Eliminar mi solicitud” y volver a cliquear sobre “confirmar” para concluir la baja del pedido. En caso de únicamente querer modificar algún dato erróneo, habrá que seleccionar “Rehacer mi solicitud” y volver a comenzar desde cero el pedido de subsidios.

 

Fuente: infobae.com

La directora gerente del organismo Kristalina Georgieva destacó la medida del dólar soja para acumular reservas y dijo que las metas del programa no cambiarán. En los próximos días elevarán el informe final al directorio.

Desde Washington DC. La directora gerente del Fondo Monetario Internacional Kristalina Georgieva dio la bienvenida de manera formal al ministro de Economía Sergio Massa, ratificó que las metas del acuerdo no tendrán cambios, destacó una de las medidas como el dólar soja para acumular reservas y dijo que continuarán en los próximos días las reuniones técnicas. En la comitiva argentina aseguraron que esta semana se oficializará la aprobación de metas del segundo trimestre y que se elevará al directorio del organismo para su debate.

“Tuve una reunión muy positiva con el Ministro Massa, luego de una semana de reuniones productivas y altamente profesionales entre nuestros equipos técnicos. Intercambiamos puntos de vista sobre la frágil situación económica y social en Argentina, la cual se ve también afectada por el complejo contexto global. Discutimos el impacto de la invasión de Rusia a Ucrania sobre la economía mundial y el precio de las materias primas, y las consecuentes repercusiones fiscales y de balanza de pagos en muchas economías en vías de desarrollo”, mencionó Georgieva en un comunicado.

“Felicité al Ministro Massa por su nombramiento y su cartera ampliada, y por los fuertes pasos que él y su equipo económico han tomado para estabilizar los mercados y revertir un escenario de alta volatilidad. El Ministro expresó su clara intención en movilizar el apoyo externo, acentuar esfuerzos para estabilizar la economía y garantizar un crecimiento sustentable con inclusión, bajo los principios de orden fiscal y el fortalecimiento de las reservas”, continuó la máxima autoridad del FMI.

“Recibí con beneplácito su fuerte compromiso e impulso para lograr las metas del programa -que se mantendrán sin ser alteradas- y los concluyentes avances logrados en áreas fundamentales que incluyen: el marco macroeconómico, que se actualizó para reflejar la evolución económica reciente y el difícil contexto internacional”, enumeró.

Massa y GeorgievaMassa y Georgieva

Y en ese sentido, continuó: “Los parámetros fiscales y las políticas subyacentes para asegurar los objetivos de déficit primario existentes del 2,5% del PIB en 2022 y del 1,9% del PIB en 2023, con énfasis en una mejor orientación de los subsidios a la energía, transporte y agua, junto con una mejor priorización del gasto y manejo estricto del presupuesto”, dijo.

“La implementación sólida y consistente del marco de política monetaria para asegurar el actual objetivo de sostener tasas de interés reales positivas, que a su vez es una herramienta para abordar el combate contra la inflación y movilizar el financiamiento interno, además de asegurar la competitividad externa.

Otro punto que destacó Georgieva fue “la acumulación de reservas, que será impulsada por el marco general de políticas, además de medidas específicas (como el régimen temporal de incentivo a las agroexportaciones) para fortalecer la balanza comercial”.

En su último día en Washington, Massa se reunió con el Tesoro norteamericano y con la conducción del FMI. REUTERS/Evelyn Hockastein
En su último día en Washington, Massa se reunió con el Tesoro norteamericano y con la conducción del FMI. REUTERS/Evelyn Hockastein

Y por último apuntó a “la agenda estructural, donde se pondrá mayor foco enrevisar los incentivos fiscales corporativos y en combatir la evasión fiscal y el lavado de dinero, incluyendo a través de esfuerzos para promover de los intercambios de información y mecanismos de cooperación internacional.

Aprobación de metas y desembolso en la mira

En la última parte de su comunicado, la directora gerente del Fondo Monetario aseguró que “nuestros equipos continuarán las reuniones de manera virtual esta semana con objetivo de concluir staff-level agreement en los próximos días”.

Desde la comitiva argentina detallaron que esta semana continuarán los encuentros vía videoconferencia para terminar de redactar los documentos que formalizarán la aprobación de metas del segundo trimestre, afirmó un alto funcionario argentino de alto rango. En esa revisión, que los técnicos de ambos lados sostuvieron la semana pasada, hay tres objetivos decisivos para la aplicación del programa que son la acumulación de reservas, la reducción del déficit primario y la emisión monetaria para asistir al Tesoro.

Una vez que ese proceso de redacción de documentos termine, el resultado será elevado al directorio del FMI. Ese órgano de decisión debatirá el informe que le envíe el staff técnico y, en caso de dar luz verde, habilitará un desembolso inmediato de unos USD 4.000 millones, que irán a las arcas del Banco Central pero que volverán a lo largo del trimestre al organismo, ya que tendrán como destino el repago del crédito de 2018.

Fuente: infobae.com

En su último día en la capital de EEUU, el ministro de Economía se encontrará con Kristalina Georgieva, la directora gerente del Fondo. También con el influyente David Lipton, del Tesoro americano.

Desde Washington DC, EEUU - Será el momento clave de la gira de una semana de Sergio Massa por Estados Unidos. El ministro de Economía se reunirá hoy con Kristalina Georgieva, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, como corolario de su visita de trabajo de una semana a esta capital. Será un encuentro con dos objetivos centrales para el tigrense: cerrar la segunda revisión del programa y analizar cómo seguirá el acuerdo que firmó el Gobierno a comienzos de 2022. El resultado positivo tendrá como contraparte la llegada de unos USD 4.000 millones que servirán para pagarle al propio Fondo y, en parte, aumentar las alicaídas reservas del Banco Central. Se verán en el headquarters del organismo en la Calle 19.

Antes tendrá otra reunión muy importante. En el Departamento del Tesoro, pegado a la Casa Blanca, verá a David Lipton, asesor especial y mano derecha en temas internacionales de la secretaria Janet Yellen. También estarán Michael Kaplan, Secretario Adjunto para Asuntos del Hemisferio Occidental, y Andy Baukol, Subsecretario de Asuntos Internacionales.

Mientras Massa se reunió a los largo de esta semana con funcionarios de la Casa Blanca y el Departamento de Estado, empresarios y organismos bilaterales -consiguió USD 1.200 millones de libre disponibilidad del BID, por caso-, el equipo técnico de Economía trabajó con sus pares en la revisión de los números del segundo semestre y, claro, también en lo que el Fondo denominan “forward looking”, o analizar cómo están las proyecciones para próximas revisiones. Serán las más importantes y dónde hay más dudas sobre la capacidad argentina de alcanzarlas, “Con el segundo trimestre casi listo, más allá de algún disgusto que vimos por ‘contabilidad creativa’ que hizo Guzmán antes de irse, siempre lo importante es lo que viene”, reconocieron en el entorno del ministro.

Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI (REUTERS/Remo Casilli//File Photo)Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI (REUTERS/Remo Casilli//File Photo)

En estos temas trabajó esta semana el equipo encabezado por Leonardo Madcur (jefe de asesores) y Gabriel Rubinstein (viceministro) y que contó también con la presencia de Marco Lavagna (Indec y relación con los multilaterales), Raúl Rigo (Hacienda) y Eduardo Setti Leandro Toriano (Finanzas). Por el Banco Central viajaron Lisandro CleriJorge Carrera Germán Feldman.

Massa irá al FMI con Rubinstein y Madcur. Se sumarán también el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; y la ahora titular del Banco Nación y antecesora de Massa, Silvina Batakis, que llegó ayer a esta capital. La idea es dar una señal de continuidad y que Massa, al igual que lo decían Guzmán y Batakis, seguirá con programa y no pedirá tocar las metas. Rigo, fundamental en el debate con el FMI, ya regresó a Buenos Aires para ocuparse de otro tema central: el Presupuesto 2023 que Massa enviará al congreso el próximo jueves 15.

El esquema de acumulación de reservas y los datos de déficit, los actuales y los que vienen, fueron el centro del debate técnico. El compromiso es tener USD 5.800 millones en la arcas de BCRA a fin de año y un déficit primario de 2,5% del PBI, que según las negociaciones bajaría bajar a 1,9% en 2023.

El monitoreo de Massa fue permanente: entre reunión y reunión hablaba con los coordinadores del equipo. El sábado y el domingo siguieron las reuniones en el equipo local con miras a cerrar el documento final en el que se trabajará, como siempre en estos casos, hasta último momento. Los técnicos del fondo publicarán su staff report -no necesariamente mañana después de la reunión- y habrá comunicado de Georgieva.

El sábado, Massa dialogó con estudiantes argentinos que viven en WashingtonEl sábado, Massa dialogó con estudiantes argentinos que viven en Washington

A lo largo de toda la semana, el equipo económico aseguró que la estrategia de este viaje, al menos hasta este lunes, fue: no se piden modificaciones al FMI, no se pide ayuda a EEUU. El propio Massa lo confirmó ayer en diálogo con Infobae y otros medios.

“El programa con el Fondo tiene objetivos y tenemos que trabajar para cumplirlos porque son parte de los compromisos que asumimos como país. Estos días venimos haciendo un trabajo técnico de todas las áreas del ministerio con las áreas técnicas del FMI para cerrar y construir el documento de prospectiva: cómo ven ellos y nosotros las cosas hacia adelante. El objetivo es dejar clara nuestra mirada sobre la economía”, dijo el ministro.

“No fui a pedir nada a la Casa Blanca, ni me ofrecieron nada. Hubo una agenda completa, con la seguridad alimentaria y energética como ejes. Ambos son temas de la Cumbre de las Américas y del G7. La guerra generó un impacto en la economía global que no podemos dejar de poner en cualquier mesa de discusión”, agregó. En Economía calculan que la guerra tuvo un impacto en la Argentina, por gastos y dinero que, en teoría, iba a entrar desde de China y Rusia, de unos USD 20.000 millones. “¿Quién pagará eso? Y son muchos los países, grandes y chicos, en la misma situación”, se preguntan.

David Lipton, un ex FMI ahora en el Tesoro de EEUU (Bloomberg)David Lipton, un ex FMI ahora en el Tesoro de EEUU (Bloomberg)

El tigrense tuvo reuniones de “alto nivel bilateral” con los consejeros del presidente Joe Biden, Jake Sullivan, Mike Pyle y Juan González, con quien también cenó en la residencia del embajador Jorge Argüello. En el Departamento de Estado visitó al Principal Subsecretario de Estado Adjunto, Ricardo F. Zúñiga, y al subsecretario de Economía y Energía, José Fernández.

Un viejo conocido

Como se dijo, el primer encuentro del día será con Lipton, un viejo conocido de la Argentina. Tan es así que siendo un joven economista del FMI viajó al país en 1985 para reunirse con el entonces ministro de Raúl AlfonsínJuan Sourrouille. Tiempos de Plan Austral.

Se trata de un verdadero burócrata americano que desde entonces integró equipos del FMI y el Tesoro en diferentes presidencias. Trabajó con Bill Clinton y Barack Obama lo designó como número dos del FMI, cargo que Donald Trump rubricó. En este último período la Argentina tuvo que enfrentar nuevamente sus objeciones cuando el gobierno de Mauricio Macri fue al organismo multilateral para conseguir apoyo financiero en 2018.

Desde ese lugar se cruzó varias veces con Luis Caputo, ministro de Finanzas y luego titular del BCRA, quien quería que el Fondo le permitiera al Gobierno intervenir en el mercado cambiario con parte de los recursos girados desde Washington. Hizo algunas concesiones, pero Caputo terminó renunciando.

Ocupó el lugar de Christine Lagarde al frente del FMI de manera interina y luego volvió al Tesoro, con Yelen.

Con Lipton, Massa seguramente hablará del acuerdo entre la AFIP y su similar americano, la IRS, para firmar un intercambio automático de información que le permitiría al Gobierno detectar y cobrarles impuestos a cuantas no declaradas de argentinos en EEU con unos USD 100.000 millones. La parte técnica está resuelta entre ambos organismo: ahora falta el visto bueno de la política, primero de Tesoro y luego del Departamento de Estado, quien deberá sellar el convenio país-país con la Cancillería.

Hace poco más de un mes, Lipton se reunió con Silvina Batakis, a quien volverá a ver hoy. Esta vez, sólo será “invitada especial” del nuevo ministro.

Fuente: infobae.com

El incremento de 75 puntos básicos busca paliar el alza de los precios, prevista en un 8,1% en 2022.

El Banco Central Europeo (BCE) subió previsiblemente este jueves sus tasas de interés en 0,75 puntos porcentuales, para frenar la escalada de la inflación, que en agosto llegó al 9,1 % en la zona del euro.

Ante el fuerte incremento de los precios el Consejo de Gobierno del BCE decidió un alza, la cual se convierte en la mayor subida de su historia.

Asimismo, el BCE subió su previsión de inflación en la zona euro a 8,1% para este año, frente al 6,8% que proyectaba en junio, y afirmó que el fenómeno seguirá siendo “muy fuerte” durante “un largo periodo”.

Para 2023 y 2024, la institución prevé un 5,5% y un 2,3% de inflación, por encima de su objetivo del 2%.

El BCE solo ha acometido un movimiento de esta magnitud una vez, el 10 de diciembre de 2008, pero en la otra dirección, a la baja, en plena crisis financiera después de la quiebra de Lehman Brothers.

El BCE comenzó a subir sus tasas de interés el pasado julio, por primera vez desde hace once años, en medio punto porcentual.

Las tasas de interés del BCE estaban en el 0,50 % y la facilidad de depósito en el 0 %, por lo que la zona del euro salió en julio de los tipos de interés negativos.

El BCE está ahora más preocupado por el riesgo de que la inflación se enquiste de forma persistente y menos por la recesión y quiere frenar la demanda, dado que las restricciones de la oferta con una elevada demanda disparan los precios.

Los precios de la energía y de los alimentos podrían permanecer altos durante mucho tiempo y entonces las subidas salariales serían muy elevadas.

Frutería en un mercado de Madrid, España. 29 de noviembre de 2021. (REUTERS/Susana Vera)
Frutería en un mercado de Madrid, España. 29 de noviembre de 2021. (REUTERS/Susana Vera)

Las empresas afrontan mayores costes por el encarecimiento de la energía, de las materias primas, del transporte y la logística, que ya han comenzado a traspasar a sus productos y servicios.

Los cuellos de botella en la oferta de bienes industriales también dispara los precios.

Además, la depreciación del tipo de cambio del euro intensifica la subida de los precios de la energía y otras materias primas.

Los sindicatos reivindican en estos momentos fuertes aumentos salariales en varios de los países que comparten el euro, entre ellos en Alemania, la economía más fuerte de la región.

Además, la amenaza de recesión aumenta si Rusia interrumpe el suministro de energía y las empresas deben parar su producción y los hogares reducir el consumo porque si no, el coste energético sería muy elevado.

El BCE también publicará este jueves sus nuevas proyecciones macroeconómicas trimestrales, en las que probablemente revisará a la baja el crecimiento y al alza la inflación.

En junio, el BCE había pronosticado una inflación del 6,8 % y un crecimiento del 2,8 % en 2022.

También dijeron en su momento que la inflación sería del 3,5 % y el crecimiento del 2,1 % en 2023 y ambos del 2,1 % en 2024, según los cálculos de junio.

 

Fuente: infobae.com